¿En qué se parecen los aeropuertos del cielo y del infierno? Fácil: en los dos te reciben con una cerveza bien helada. Mientras procesan la complejidad de semejante revelación, digamos que existe un tercer aeropuerto donde, mientras esperás recoger tu equipaje, te ponen en la mano una birra fría como Dios y el mismo Demonio mandan: el de Barranquilla, capital del Caribe colombiano y cuarta ciudad del país de Juan Valdez, justo a mitad de camino entre Santa Marta y Cartagena.

Para mí fue toda una sorpresa. Estoy más acostumbrado a los oficiales de migraciones que varían de lo desatento a lo desagradable. Aunque es cierto que el vuelo en Avianca de una hora veinte desde Bogotá ya había dado algunas pistas del clima barranquillero. Para empezar, la mitad de los pasajeros venía tomando whisky, por obra y gracia de una promoción especial de la etiqueta local Old Sparr, u “OldSparcito”, como decía mi vecino de asiento. Y por algo bastante más curioso aún: un concurso de chistes a bordo. Sí, el comandante organizó el certamen. Por el sistema de sonido, cantaba un asiento. Por ejemplo, “24 C”, y ahí le llevaban un micrófono al del 24 C para que contara un chiste. Si lo hacía bien (o mal, en realidad), se llevaba un premio, que podía ser una lapicera o una gorra con el logo de la compañía aérea. Y así. Pasaron un par de chistes que no entendí y hubo otro anuncio, esta vez del piloto: “Tripulación, por favor suspender la actividad. Estamos iniciando el aterrizaje”.

Barranquilla esperaba ahí abajo con 34 grados a la sombra y casi ni un árbol a la vista, pero, como ya se dijo, con una cerveza Aguila, además de bandas de tambores y trompetas por todo el aeropuerto. Es que son días de Carnaval y Barrankilla es, además de la tierra de Shakira, la capital del Carnaval colombiano. Es más, algunos (sobre todo los barranquilleros) dicen que este es el segundo carnaval en importancia después del de Río. La primera impresión no fue para tanto. Esta noche fue La Noche del Río, es decir un concierto libre y gratuito en la plaza del Museo del Caribe donde tocaron ocho bandas bien roots de distintos pueblos ribereños, es decir de la cuenca del río Magdalena, el más importante de Colombia, que desemboca en el Caribe justamente en Barranquilla, que es una ciudad moderna, desarrollada gracias al comercio y su estratégico puerto de mar y de río. Pero en La Noche del Río no habría mucho más de mil personas en un clima más bien familiar. Y eso que cerraría la velada Totó La Momposina, que sería algo así como la Miriam Makeba colombiana, es decir la voz más exportada de la música tradicional. Ví a algunos de los conjuntos, como Paito y Los Gaiteros de Punta Brava (acá las gaitas son gaitas negras, que suenan más a quenas que a bagpipes) y tomé algunas Aguilas más, a un dólar la unidad, y deambulé por ahí jugando un poco al Anthony Bourdain sin onda ni cámara de tv y me fui a dormir cuando en la plaza había cada vez más gente, alguna de ella portando hasta botellas de Oldsparcito. Quién sabe cómo terminó la cosa. Quién sabe cómo va a terminar.

¿Qué Pauline nos tocará ver? ¿La eterna rude-girl-icon, three-decade-heroine, supreme-lady-of-ska? ¿O esta versión, más "Soul Sista", sin pork pie ni Fred Perry, de este video apenas un año? 

Y la gacetilla oficial que ya empezó a rodar dice así:

THE QUEENS OF REGGAE & SKA SHOW
PAULINE BLACK (The Selecter), Doreen Shaffer (Skatalites)
& DANCING MOOD

Viernes 20 de marzo, 19hs. El Teatro Roxy. Av. Lacroze y A. Thomas , Capital

Entrada anticipadas en Lee-chi, Locuras, Estilo Jamaica y Ticketek

En el mes de la mujer, vení a disfrutar de una noche mágica e irrepetible junto a las reinas del reggae y ska mundial.
Desde Inglaterra, Pauline Black, cantante de The Selecter llega por primera vez a sudamérica para interpretar los clásicos de la banda de ska más destacada de todos los tiempos; junto a Doreen Shaffer, cantante de Skatalites, quien visitó varias veces Argentina y para esta oportunidad especial estará recorriendo los mejores temas de su legendario grupo.
Ambas acompañadas por una banda de lujo para la ocasión: DANCING MOOD!!! La mejor banda de rocksteady & reggae de Argentina, se suma a este tributo mágico.

Por primera vez juntas, las dos máximas exponentes del género en el mundo, Pauline con su 2tone auténtico, y Doreen, con el rocksteady y el reggae jamaiquino en sus venas.



Agradecemos su difusión

La lluvia habrá inspirado muchísimas canciones de todo género, pero estaba de más el viernes pasado, cuando se suponía que Los Cafres, Dread Mar I y Satélite Kingston debían tocar en el estadio de tenis Parque Roca, por Lugano o Villa Soldati.

El día estuvo numblado desde el minuto uno y así siguió hasta la tarde, cuando se debía probar sonido. La prueba de Satélite, en particular, se suspendió dos veces por mal tiempo. Es decir, en plena faena se largaron sendos chaparrones que volvieron inviable cualquier manipulación de elementos eléctricos... Se cubrió todo con nylon negro, y a otra cosa.

La tarde continuó y se acercaba la hora de tocar. Pero el cielo no se decidía completamente a caer sobre nosotros. O sea, lloviznaba, pero no terniba de caer agua en cantidad suficiente como para suspender todo de una vez. Además, por la avenida Roca lentamente se alargaba una fila de público tempranero al que la lluvia no le importaba demasiado.

Así que Satélite, a eso de las 17.30, después de varios partidos de metegol, pizza y gaseosas y otras cosas, comenzó a tocar bajo un leve reflejo de algo que podría pasar por el sol. Para sorpresa de muchos (nosotros, antes que nadie) la cancha estaba llena y las tribunas se veían decentemente cubiertas de público.

Al cuarto o quinto tema, sin embargo, volvió a la carga quizás el mismo chaparrón de antes, pero con más fuerza, como en venganza. Lejos de correr a cubrirse, la gente comenzó a saltar, bailar, aplaudir y reir como nunca, en una especie de efecto Woodstock, pero sin barro... Con tanta suerte que era nuestro tema más acelerado, por así decirlo. Sin dejar de tocar, los plomos tuvieron que correr, por ejemplo, el teclado un metro atrás en el escenario, donde podría estar más a resguardo... Pero en el tema siguiente, a la altura de un solo de guitarra, eso parecido al sol volvió a salir, ahora sí para quedarse, y los shows pudieron seguir tal como estaban planeados.

Dread Mar I, Cafres, no nos agradezcan; lo hicimos de onda.