"Yo fui un rude boy Chiflado por un día!" Antes de su show en la fiesta Ska Unity (viernes 16/11, junto a Intocables y Skabu Simbel), crónica del inesperado retorno de Los Chiflados, uno los mitos fundacionales del ska argentino. Casi treinta años después.
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Martes a la tarde, Saavedra. La sala es gigante. El encargado dice que hasta hace un rato acá ensayó La Mississippi, que esta misma semana festeja 30 años en el Luna Park.
Lo curioso es que ahora está por entrar otra banda que no celebra tres décadas de actividad sino de inactividad: Los Chiflados, uno de esos mitos del ska argentino de los años 80, que se prepara para dar un show inédito, probablemente por única vez.
La mayoría de los chicos que hoy escuchan ska sólo vio a Los Chiflados en un libro, en un volante manuscrito o una foto blanco y negro con una decena de pibitos en fila, con corbatas y sombreros y detalles cuadriculados.
Hoy mismo veo que los geniales Staya Staya están aterrizando en México. Me da una alegría muy especial por Asprila y pienso también que algo de eso se empezó a cocinar treinta años atrás con gente como Los Chiflados; hay un hilo conductor en algún lado, por ahí.
De a poco van llegando. A mi me invitó Mariano, el trompetista original del grupo y un poco agitador de esta reunión. Tocamos juntos en Ska Beat City, banda del gran Andrés Cotter, que a su vez fue quien me hizo escuchar Los Chiflados en 1996. Ahora voy a tocar el teclado con ellos.
Cotter era muy fan del grupo cuando recién empezaba a escuchar ska y todavía no tenía una hija a la que bautizaría Paulina por Pauline Black. Hoy Paulina ya tiene... ¡20 y pico y dos hermanos menores! Cotter ya tocó con la mismísima cantante de Selecter y sigue tocando ska, pero Los Chiflados dejaron de hacerlo (juntos) a fines de los años 80.
Durante su corto apogeo, fueron los terceros en discordia, después de LFC y Los Intocables, en aquella Primavera Ska ochentosa y a los saltos, de democracia inexperta y conmoción hiperinflacionaria. Yo nunca los vi entonces, pero escuché mil historias sobre cómo Los Chiflados le hacían verdadero honor a su nombre, algo que terminó minando las posibilidades de que la banda sostuviera una “carrera profesional”.
Ese detalle biográfico es suficiente como para que el grupo me interese mucho más que si hubiera sacado media docena de discos y salido de gira por toda América latina.
No, Los Chiflados desaparecieron tan abruptamente como habían irrumpido en escena. Así que la oportunidad de escucharlos hoy, de cerca, desde atrás del Nord Electro 2, no es algo para desperdiciar.
El encargado de la sala sigue reconstruyendo el desorden que dejó La Mississippi mientras Los Chiflados y algunos amigos “de la época” van llegando. Antes de tocar un solo acorde, tres de ellos deciden que su primera misión será volver a salir a buscar cerveza. Tengo la impresión de que estos muchachos no sólo van a tocar sus viejos temas sino que van a joder como en los viejos tiempos. Quizás más lo segundo que lo primero.
La mayoría llegó de lejos para la ocasión. El cantante, Hernán, viene de la Costa Atlántica, donde vive. Sin duda, es la voz... del descontrol. Digámoslo así: no para. Llena los pocos silencios que quedan por ahí con chistes sobre lo que se le ocurre, sin filtro.
Pero ahora todo empieza a armarse. El bajo y la batería arrancan de a poco y, atención, acá hay una base consistente. Los vientos también parecen haber hecho los deberes. Llega el violero, en este caso no-original, otro Ska Beat City. Leo Bonoris, garantía total.
Los arreglos son simples, pero efectivos. La esencia del ska two tone 80s. Los Chiflados no tocan eso. SON eso. Lo respiran.
Ahora cuentan 1, 2, 3 y suena “Original War”. Los acompaño desde las teclas (el tecladista no pudo viajar desde San Pablo) con una sonrisa. Es uno de mis temas favoritos del ska nac & pop.
Justo le había dicho a Cotter:
“Posta, es uno de mis top five ska nacional de todos los tiempos-. Y lo mejor es que no sé bien por qué”.
Me respondió esto: “Frescura, simpatía, bastante logrado. Me duermo, mañana hablamos”.
“Original War” suena espectacular. Esto sí que va. Siguen con “Consejos”, otro temazo. Y después con otro más que, creo, se llama “Siempre igual”. casi no hay errores, sólo ajustes de tempo.
Creo que el grupo se encuentra con este dilema: a esta altura de la vida, tienden a querer tocar un poco más lento, a “cuidar” de otra manera las canciones. Sin embargo, los temas de Los Chiflados son lo que son, y, la verdad, demandan ser ejecutados sino por aquellos adolescentes al menos con teen spirit.
Al final, la pequeña resistencia afloja: ok, toquemos más rápido, como siempre. Y ahí sí que suenan. Aunque ese “siempre” no ocurra hace más de un cuarto de siglo.
Sí, a pesar de todo, en esta sala huele a espíritu adolescente.
Ya no hay más temas para repasar ni cerveza para vaciar. Los Chiflados vuelven a hacer fila, pero ahora para ir saliendo de la sala de Saavedra. Como si el tiempo no hubiera pasado. Pero lo cierto es que sí pasó. Aunque a estos rude ol' boys no parece importarles demasiado y ahí se van matando de risa con sus viejos chistes y su vieja música. Para alegría de todos.
Comments
Daniel, te falto en el relato hablar de la reunión efímera allá por el 2007/2008 cuando se presentó La Manera Correcta de Gritar , no?
Tal cual! Sí, faltó eso, pero se me iba un poco largo el texto... Además, fueron solo un par de temas con menos integrantes originales que ahora y no se anunció "oficialmente". Pero tal cual. Estuviste?
uuf, JP, me hiciste volver a mirar esto!
http://satelitekingston.blogspirit.com/archive/2008/10/22/80-mil-palabras.html
Tengo todavia un programa de Rock&Pop conducido por Pergolini, donde puso una tripleta de ska, y al final los presento "Autenticos Decadentes, Chiflados y Croquis" pisaba Mario al final. 1988 u 89. "Siempre Igual" era el tema.
Muy bueno. Hay que estar en el REC listo en el momento justo
Si Daniel, estuve presente! Muy buena noche!. Me imagino que la de hoy será igual o mejor. En el 87/88 tenía 7/8 asi que no pude disfrutar esa epoca. Hoy es una fecha historica!.
Nos vemos.