Anoche soñé con serpientes. Fue cuando volví de ver el show, en Belgrano, de Staya Staya. Con Asprila (cantante de esta banda, para el que no lo conoce) pasa algo. Lejos, lejísimos de intentar abrir una nueva (y previsible) polémica, diría que Asprila respira esta música como pocos otros. Verlo en vivo es algo fuerte y profundo. El amor y la humildad, la pasión directamente ingenua, casi desesperada (desesperada; el que lo conoce bien a Asprila va a entender qué quiere decir esto), con la que Asprila se para en el escenario es algo digno de apreciar, de celebrar.
Pero estábamos hablando de sueños. Antes uno soñaba con serpientes, zapatos o malabaristas de Samarcanda y se quedaba con la duda, o consultaba una buena biblioteca, si la tenía a mano, o llamaba a un amigo informado o le preguntaba al analista, si lo tenía y si le creía. Pero ahora es más fácil. Igual que es más fácile escuchar el último de Madness antes incluso que la familia directa de los integrantes de la banda, uno puede poner en Google "serpientes sueños significado" y en un segundo, o en menos, tiene la respuesta.
"Mal augurio. El sueño anuncia peligros causados por sus enemigos, engaño y desdicha en general. Si la mata, superará todos los obstáculos. -
La serpiente se interpreta por un enemigo, un gobierno, un tesoro, una mujer y un hijo. Es asimismo un enemigo adinerado, porque el veneno en el sueño se traduce por dinero. -
Introducir en su casa a una serpiente se interpreta por un enemigo que le tiende una trampa. Matarla es un triunfo sobre un enemigo; ver la sangre de la serpiente sobre las manos, es la muerte del enemigo del que sueña quien se constituirá después. de heredero. -
Verse mordido por una serpiente es cargarse con la culpa de un adversario; quemarla es el triunfo de la autoridad constituida sobre los malhechores.
Si el que sueña muere de la mordedura, es un presagio de su muerte. Los colmillos de la serpiente son fuerzas diabólicas y ocultas de un enemigo y sus múltiples intrigas. Ver en su casa gran número de serpientes inofensivas, es tener en ella a hombres de intenciones torcidas y enemigos peligrosos. -
La serpiente acuática es dinero. Ver en el sueño que en su bolsillo o en sus mangas hay una pequeña serpiente de color blanco, dócil, sin veneno, significa esfuerzo y fortuna."
Con una mínima búsqueda más, veo que, en la timba, La víbora es el 66.
La serpiente con la que soñé, de hecho, era blanca, o blancuzca, y estaba en el agua, en una especie de bañera. No tenía cabeza sino que su cuerpo simplemente terminaba en un punto donde podría estar una cabeza pero en realidad surgían de ahí tres bocas amenazantes. Un cuadro bastante asqueroso, realmente.
El bicho este estaba en un cuarto de la casa de un amigo al que, en la vida real, no veo hace más de dos años y al que justamente debería volver a ver pronto. Y no me mordió (la serpiente, no mi amigo), porque salí de la habitación donde estaba, aunque me costó escaparme, se me hacía difícil moverme. Después, el sueño consistía en mi preocupación por avisarle a mi amigo que tenía semejante monstruo en la habitación.
No tengo el hobby de andar interpretando sueños por ahí. Pero esta serpiente, tan desubicada, me hizo pensar un poco. Y esto no tiene nada que ver con Staya Staya.
Puede ser una de esas frases apresuradas que más que decir una verdad concreta intentan llamar la atención sobre un punto, quizás relativo. Pero la voy a escribir igual: creo que le tengo más simpatía, respeto y aprecio a un melómano que a un músico virtuoso.
No es que carezcan de algunos problemas derivados de la típica desorganización del productor independiente, que termina sufriendo el músico, sobre todo. No es que sus dueños no se cuelguen con algunas cosas o que no estén interesados en resolver otras que para uno serían prioritarias… Es la historia de las relaciones artista-sello. Y así seguirá siendo.
de los que se habla con más entusiasmo acá y allá. Y, además, cada uno con una tremenda personalidad y un estilo que generalmente no tienen que ver con la onda del otro. Pero que sí se emparentan en algo: hablen con el bajista de Tormentos, con el cantante de Satan Dealers, con el cantante de Los Alamos o, más aún, con Rubin, y se darán cuenta: todos escuchan mucha música, casi obsesivamente, de muchos géneros.
Y también habría armado una fecha como la que hicieron el domingo pasado para festejar los cinco años de Scatter en Niceto. Un auténtico “dream date”: The Tormentos (surf inflamable), Broken Toys (oscuro rocka-swing), Los Primitivos (míticos rockabillys), Satan Dealers (la mejor banda de rock duro del planeta; bueno, al menos tocan con esa actitud), The Tandooris (garage) y Satélite Kingston (…), que cerró justamente con invitados de Tormentos y Primitivos en un duelo guitarrístico con nuestro propio crédito, la última gran esperanza blanca de la seis cuerdas, Gonzalo “De-Dónde-Sacaron-A-Ese-Pibe” Santos. Mucha música, muy rápido, en una noche donde podías ver, entre el público, remeras de The Harder They Come (Jorge, el argentino de Pietasters!), Seven Seconds, Specials o Social Distortion, y en donde se escuchó, se habló de y se respiró música.