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Satélite-in-Blog - Page 17

  • De Ska Beat City, with love

    Ska Beat City “Hi Hat Club” (Una Isla Club Records/Radiola)

    hi hat.jpgQuince temas, trece “oficiales” y dos bonus, contiene “Hi Hat Club”, el ambicioso segundo disco de Ska Beat City que acaba de editarse en simultáneo en Argentina y Brasil. Fue largo el proceso de grabación, pero el resultado valió la pena: se trata de uno de los discos de ska más interesantes que se hayan grabado en el país, en mucho tiempo.

    Si bien combina instrumentales con canciones, el CD arranca con cinco de los primeros, nada menos. Abre las cosas “Burru City”, que tiene, entre otras cosas, un hi hat buenísimo (no por nada Huck, el batero, aparece fotografiado especialmente en la tapa), que hace pensar rápidamente en el título del disco. Pero no es ese necesariamente el gran instrumental de “Hi Hat Club”, en mi opinión. Quizás otros podrían haber sido el “número uno en tu lista”… Por ejemplo, el segundo, “Defensores del Honor”, que además de una melodía de esas clásicas y una “parte B” tremenda, tiene la curiosidad de llevar el nombre de la primera banda de ska de Andrés Cotter, para quien no lo sabe, mentor y director orquestal, además de bajista y compositor, de Ska Beat City, ex integrante fundador de Riddim, Satélite Kingston y Sir Coxsone, además de la Rude Boy Band, que acompañó a Pauline Black repasando repertorio de The Selecter hace unos pocos años.

    “Mind The Gap” es un tributo de Cotter a Londres que comienza con el sonido ambiente del underground de esa ciudad y sigue con una cadencia hipnótica, a lo Rico Rodriguez. “Hi Hat Club” es otro ska-jazz, muy a la Skatalites, que da nombre al disco, y cuyo sonido de vientos aún no termino de comprender bien, aunque el solo de guitarra de Gustavo Barragán (otro viejo músico de Riddim) compensa cualquier otra cosa. Recién en quinto lugar aparece el primer cover: este es un disco que privilegia el aporte compositivo, afortunadamente. Ska Beat City se despacha entonces con una versión de “From Russia With Love”, un tema que no puede fallar, pero que parece justificarse acá más que nada porque los gustos hay que dárselos en vida (y en el estudio, el que puede).  

    Vamos sólo por el sexto tema y pasaron ya muchísimas cosas, mucha información, mucha música e ideas. “Al galope” es la primera canción hecha y derecha del disco y tiene a Guillermo Bonetto en el micrófono. Es uno de esos temas reggae que Cotter parece componer incluso pensando desde el vamos en la voz de Los Cafres (viejo colaborador de SKB, desde el día 1), será por eso que funciona tan bien.  Luego de otro instrumental, “Mister Tiago” (Cotter suele dedicar temas a distintos afectos, ya desde la época de Satélite: Dulcinea, Locura de Octubre, Quiero Que Salgas, y este Tiago), llega otra versión, “Mission Imposible”, sin duda otro gusto que SBC quiso darse, con una muy buena guitarra.  “Un pelo tira más” es la segunda canción del disco, en este caso con los increíbles Hamptons en armonías. El resultado es un ska midtempo un poco al estilo de lo que Riddim viene haciendo tan bien en sus discos cuando, por unos minutos, se rinde al groove del ska.  

    “Petruska”, un clásico del ska nacional más under, es un acierto y, aparte del homenaje, demuestra lo inoxidable que es este temazo, que finalmente tiene una justiciera versión a toda orquesta (una idea: ¿por qué no armar un compilado de bandas actuales tocando temas de los 80? Sombre Club ya hizo una muy, muy buena de los Cadillacs). “Lejos” es otra linda canción, que podría haber estado más “adelante”, en el disco. Y le sigue otra verdadera sorpresa: “Racist Friend” cantada por Chelo, una combinación que en principio podría sonar insólita, pero que termina cerrando perfectamente; otro acierto, fuera de lo obvio, lo que hace que este quizás sea el cover más valioso del disco, junto con "Petruska".

    Ahora tengo razón”, otro de los instrumentales destacables, cierra el disco “oficial”. Pero, como en un show, la banda vuelve por más. Es el turno entonces de una toma alternativa de “Mission Imposible” sumando ahora a los afilados rappers de Iluminate (años atrás, los Iluminate ya interactuaron con otra banda de ska en un disco: Satélite Kingston; ejem…). Ahora sí “Mission...” levanta vuelo… Otros invitados incluyen a Mario Siperman y Falu (a quien conocimos acompañando a Skatalites). El segundo bonus es una linda relectura de “How Many Times”, con las luminosas voces de los Hamptons, para cerrar el asunto con una sonrisa. Y así pasan quince temas sustanciosos, nada mezquinos, con muchas ideas y muchas ganas de contarlas, en un disco para… escuchar. Nadie siquiera levemente interesado en el ska debería dejar pasar este CD.

     

    (Ska Beat City presenta oficialmente “Hi Hat Club” el próximo 25 de mayo.)

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  • Stand down, Margaret

    "Although I rejoice in no one's death, Margaret Thatcher's passing is an important event for those who lived under her regime. She made competitors out of neighbors, and people stopped talking at bus stops, even about the weather, in the shadow of her affected, pretend posh accent. margaret made herself big on the tears and suffering of others, more Cromwell than Churchill, yet however much pain she caused us, I wish comfort and solace to her family today."

    "Aunque no me alegro por la muerte de nadie, la desaparición de Margaret Thatcher es muy importante para aquellos que vivimos bajo su regimen. Ella convirtió a los vecinos en adversarios, la gente dejó de charlar hasta sobre el clima en las paradas de colectivo, a la sombra de su afectado acento, pretendidamente cheto. Margaret se hizo grande a costa de las lágrimas y el sufrimiento de los otros, más a lo Cromwell que a lo Churchill. Más allá de todo el dolor que nos causó, le deseo paz y consuelo a su familia" (Dave Wakeling, The Beat)


    En otras palabras, menos sutiles:

  • Elvis, en vivo en San Pablo (2013)

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    Av. Paulista, 13.30, domingo 7/4/2013. 

  • La inundación

    1. Me fui a dormir en un barrio, anteayer, y me desperté en otro. A las 4 AM, la lluvia, la basura en las calles, debían haber tapado algo allá afuera, por lo que entraba agua por la rejilla de un baño de casa. Por suerte, ojo, mi cuadra no se había inundado demasiado, por lo que no ingresó agua "por la puerta", por así decirlo. Por arte de magia, a eso de las 5 y pico, lo del baño empezó a bajar, imagino que gracias a que bajó también la intensidad de la lluvia. Al rato se cortó la luz y, si bien podía seguir las grandes noticias por una radio a pilas, y perdí contacto vía Internet y teléfono con el mundo exterior (digo, sin ánimos de sonar demasiado dramático).

    2. A la mañana fui a ver cómo estaba el barrio, Saavedra. En la radio me había parecido notar que se hablaba más de Saavedra que en otras petit inundaciones porteñas. Pronto entendí por qué. El barrio había acumulado agua como nunca. Algunas importantes vías de acceso estaban bloqueadas por lo que las calles estaban llenas de autos en cualquier dirección, como perdidos, sin saber por dónde seguir la marcha.

    3. La acción en serio empezaba a cuatro cuadras de mi casa. Vivo en una zona relativamente alta y, por ahora, a salvo de la inoperancia de los administradores de nuestra bonita ciudad. Pero a sólo cuatro cuadras, aunque ya no había agua, la lluvia se había llevado por delante a unos cuantos vecinos. Un par de días antes, había entrado a una nueva panadería en busca de unos huevos de Pascua. La dependienta (dueña o empleada, vaya a saber) era una especie de ex travesti o travesti "sin producción", a la que se notaba haciendo un enorme esfuerzo por que el local funcione. El local, en general, tenía pintya de que no iba a andar y los huevos en particular me parecieron horribles, pero igual compré algunos, instintivamente, casi, más que nada como una especie de donación, porque la escena me pareció medio conmovedora. Después de la lluvia, pasé por la puerta de la panadería y vi a la dependienta tratando de sacar el agua, buena parte de la mercadería arruinada, todo muy triste e injusto.

    4. En otro baño de casa, se produjo un fenómeno también curioso. Es un baño que no se usa, clausurado y "reinventado" como cuarto de limpieza y porquerías varias. Yo trato de evitarlo todo lo que puedo. En cambio, a las cucarachas parece que les encanta. De eso me enteré gracias a la bendita inundación. Se ve que en algo el agua alteró lo que sea que hay debajo del baño ese, que a las cucarachas no les gustó nada. Por lo que decidieron huir de su refugio. Así las cosas, sin exagerar, cada dos o tres minutos, una cuca, desde bebe hasta gigante, corría desesperada, sin mirar atrás, desde la puerta del baño hacia donde fuera. Eran claramente misiones suicidas: afuera estaba yo, armado hasta los dientes con Raid, escoba y zapatillas. Vieron la última de Tarantino, Django Unchained? Bueno, algo así. El 2 de abril, para las cucarachas, no será recordado por la gesta de Malvinas, sino como el Día del Exterminio, en el que que por lo menos cincuenta valientes cucarachas fueron víctimas del hombre, en una de las matanzas más grandes que se recuerden en las cañerías de los subsuelos de Saavedra.

    5. A la noche del día de la inundación, aún seguía sin energía eléctrica en casa. Y sin tele, Internet ni teléfono. Es decir que no había visto siquiera fotos de la tragedia en serio que ocurría por entonces, con una decena de víctimas posta. Aún era temprano, aunque ya estaba bien oscuro, y no tenía sueño. Entonces, recordé una antigua costumbre de la humanidad, de aquellos tiempos en que las cosas que yo ahora no tenía pasajeramente, ni siquiera existían. Agarré un libro de la biblioteca, acomodé una vela y me senté en un sillón. Me quedé leyendo un buen rato una novela que había abandonado hacía tiempo. hasta que volvió la luz. Desde la calle se escuchaban gritos de júbilo, como cuando se está jugando algún partido de fútbol importante y hay un gol. En casa también se empezaron a encender algunas luces, que habrían quedado en on antes del corte. Pero no la del ambiente en el que yo estaba leyendo. Igual me quedé quieto. Y seguí leyendo un rato más a la luz de la vela, saboreando cada palabra y todo el silencio.

     

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  • Por qué no me gusta Ska P

    Bien, para los que dicen que nunca se habla de Ska P en este blog, acá vamos.

    Me quedé pensando cuando Upsetter preguntaba por qué no se habla de algunos grupos acá. Y si bien la respuesta puede ser tan simple como "por qué no", y punto, me pareció una buena oportunidad para pensar otras cosas.

    No es fácil razonar sobre gustos.

    Al fin y al cabo, por qué no me gusta Ska P? O por qué a uno le gustan unas músicas y no otras?

    Veamoslo punto por punto, como se me van ocurriendo.

    1. Es una cuestión de "calidad"?

    Mmm, la verdad que no. Qué es la "calidad"? Qué es la "buena música? Conozco gente, melómanos de enormes colecciones de discos y gran conocimiento y refinada cultura musical, que no perderían dos minutos de su tiempo en escuchar a los Specials. Y, la verdad, si la cosa pasar por "calidad", digamos, por pericia técnica, por fidelidad de audio, por excelencia en términos generales, creo que los Specials son bastante "malos" en comparación con, qué se yo, Thelonoius Monk, Frank Zappa, John Zorn, Fred Frith... El tema es que el gusto no pasa por ahí.

    Escucho muchísima música que tengo claro que no es la "mejor". No creo que un disco me guste porque los músicos allí sepan hacer solos más complejos o más largos, ni porque la toma sea de altísima fidelidad, ni porque todo esté perfectamente afinado, ni nada de eso. No digo que no ayude. Pero no es esto.

    Es decir, si Ska P no me gusta no es porque toque mejor o pero que nadie.

    2. Ok. Entonces Ska P no me gusta por el tipo de música que tocan?

    Mmm, creo que tampoco ese es el gran problema. Si bien no soy fanático del "ska punk", hay grupos que lo hacen que me gustan mucho. Operation Ivy, por ejemplo. Algunas cosas de los Mighty Mighty Bosstones, por qué no, sobre todo sus dos primeros discos (escuchados en 1990, claro!). Me gusta el ska, desde ya. Y también me gusta mucho buena parte del punk rock existente, incluso el hardcore. Ska P tiene elementos de todo esto. Y sin embargo no me gusta ni un poco. Pero eso no es por el tipo de música que hacen.

    3. Bien. Entonces será que Ska P no me gusta porque son espanoles?

    En absoluto. Me encantan bandas de ese país desde el punk (La Polla, Parabellum, Siniestro Total!), hasta el pop indie más suave (La Buena Vida, La Bienquerida, Astrud) y, claro, la música de inspiración jamaiquina (Smooth Beans, Granadians, Dr Jau, etc, etc).

    No, que Ska P sean ibéricos no es un problema, por si hiciera falta aclararlo.

    4. Y las letras?

    Bien, ahi me parece que tocamos un nervio. Las letras de Ska P no me gustan nada. Y miren que sé de qué hablo: hasta hace unos minutos me ocupé de escuchar por radio la transmisión de justamente el show que estaban dando en Buenos Aires. Me parecieron obvios, cliché, demagógicos y, sobre todo, impostados y poco creíbles. Vivavan "la revolución bolivariana!", como si tuvieran alguna idea de lo que hablaban. En fin, sería largo y ya me estoy extendiendo demasiado. Pero claramente no me gustó eso de la banda.

    Y en la música se nota algo parecido. La banda suena ajustada, sin duda. Pero como decía antes, eso me tiene sin cuidado: me encantan bandas que no suenan nada ajustadas y a las que tampoco les importa eso en lo más mínimo. Y me aburren otros grupos ajustados como un reloj. No pasa por ahí la cosa. El problema con Ska P es que me suenan inverosímiles. COmo decía antes, las letras me parecen prefabricadas. Y la música también. Los escucho y me suena a gente tocando ska y punk sin que realmente escuchen o les apasione el ska ni el punk.

    Lo digo de otra forma: los escucho tocar un tema con guitarra en contratiempo, con vientos, y un bajo en una especie de walking, etc etc. Pero me da la sensación de que eso no es ska.

    Y los escucho tocar con cierta velocidad, y guitarras distorsionadas y un bajo galopante y cortes abruptos... Pero me da la sensación de que estos muchachos no tienen idea quiénes son los Stiff Little Fingers ni sabrían decirme dos nombres de integrantes de Damned o siquiera saben quiénes son los Dickies. Y se nota, su "punk"y su "ska" son.... incultos. Incluso aunque los tocaran "bien", son truchos, son falsos.

    Eso es imperdonable. Al menos para mi. No hablo de cultura en términos académicos. Un pibe callejero que no tiene la menor formación musical ortodoxa, quizás agarre una guitarra y con dos acordes mal tocados arme un tema ska o punk ultra básico pero mil veces más convincente. Ojo, no hago apología de la calle y de lo no-musical. Para nada. No saber tocar tampoco es garantía de hacer algo bueno, obviamente.

    Pero sí le tengo muchísimo respeto a las subculturas y a sus mundos privados. Ese es el concepto, quizás, que más me gusta de una subcultura, de una microescena: esa cosa de guetto, de código, que NO es una snobeada, sino que es una estrategia de supervivencia en un mundo difícil. Con eso tiene que ver el ska y el punk, cada uno a su manera, igual que otras escenas, con todas sus subivisiones y matices, desde ya. Y por eso nunca me gusta cuando veo estas bandas que quieren meterse por la ventana, sacar un par de conceptos y armar su proyecto para salir a laburar de eso. No me gusta nada, nada.

    Ahí está, ya entendí por qué no me gusta Ska P. Gracias por ayudarme a pensarlo!