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Satélite-in-Blog - Page 13

  • Iluminando el hip hop local

    Si el rap en castellano (o en cualquier otro idioma que no sea inglés) es todavía, en alguna medida, una rareza, una expresión globalmente marginal, ¿qué se podrá decir entonces de un disco de hip-hop que comienza con un solo de charango?

    Iluminate_CLAIMA20121127_0175_14.jpgAsí son justamente los primeros segundos deTradiciones , tercer trabajo independiente de Iluminate, el proyecto de hip-hop más prolífico de la aún underground, aunque creciente escena argentina. Ese arranque, además de sorprender, marca el tono de un disco no necesariamente de fusión hip-hop folklórica, pero sí lleno de libertad creativa y juego, de minucioso conocimiento del género, pero también de exploración. Algo no menor dentro de un gueto como el del hip-hop, con códigos tan claros y cultores ortodoxos.

    Formado en 2006, Iluminate consiste en una efectiva delantera de rapers (actualmente, Manu, Tano, Tío y Siak), más el percusionista-director y productor musical Diego Guagnini. En vivo, sin embargo, no dependen de bases grabadas, sino que se apoyan sobre una banda completa, de "tracción a sangre", sección de vientos incluida. Sus dos primeros discos, Iluminate (2006) y Luminareas (2008), los proyectaron como el principal emergente de un mundillo de MC (vocalistas), DJ, b-boys (bailarines urbanos) y artistas de grafiti cada vez más numeroso y movedizo, aunque sólo esporádicamente visible en el prime time , a nivel masivo.

    siak.jpgDespués de girar por Brasil, Chile, Paraguay y Colombia, Iluminate son sin dudas abanderados del hip-hop local. Pero, paradójicamente, lo que los hace más interesantes son los pasos adelante, ampliando los márgenes del género, que logran dar con cada nuevo disco. Con recursos como el del charango de Oscar Miranda sobre una base de bombo legüero, por caso. Así, Tradiciones es un título intencionalmente ambiguo, que se refiere a la tradición del hip-hop y, a la vez, al DNI argentino y a los rasgos latinoamericanos. Y cada track parece un nuevo planteo de la misma cuestión: cómo resolver esa tensión entre una subcultura, en principio lejana, y el ADN propio. Semejante dilema se refleja hasta en la tapa, en la que no hay fotos a lo gánster de Los Ángeles ni callejones del Bronx, sino una serie de paisajes entre andinos y patagónicos.

    En principio, los Iluminate insisten en rapear no sólo en castellano, sino "a la argentina". Incluso cuando en el tema "La posta" irrumpe un raper invitado de Providence, Estados Unidos, que termina rimando subte, Quilmes y mate. Por el lado estrictamente musical, otro argumento para la supremacía Iluminate en el panorama local es su ductilidad, más allá de cualquier género. Tradiciones sólo acrecienta esa distancia con el resto de la tropa, gracias a tracks como "La calle sabe" (primer single), "La rumba" (con su guitarra española) o "Ska" (con la asistencia experta de Cotter, de Ska Beat City). Ejecución precisa, sonido pulido y producción simplemente exuberante, en la que es evidente la doble personalidad de Guagnini como percusionista y hombre detrás de las perillas.

    El espíritu de búsqueda aparece también en la lista de invitados, encabezada por extraños al universo hip-hop como los integrantes de Los Cafres (la voz de Guillermo Bonetto brilla en "La selva"). Viejos aliados, los referentes del reggae han estado presentes siempre por lo menos en un track desde el primer CD de Iluminate, banda que ha sabido compartir escenarios con músicos de Intoxicados o Cabezones y ha versionado en clave rap algún clásico de... ¡Pappo! Siempre, claro, para luego volver al gueto, con ideas frescas para iluminar el club del hip-hop local.

     (Iluminate ha colaborado en los últimos años con Satélite Kingston, durante shows en vivo, como el del festival Creamfields, por caso, y en discos como "Mensajes" y "El enemigo", en voces y percusión. También colaboraron con Ska Beat City)

  • Un día en las carreras

    Por Chikito, desde Chichester, UK

    1302A-ORB11.jpgEn el artículo de hoy me propongo muy brevemente contarles mi experiencia en esta prestigiosa carrera de bicicletas plegables, que una vez al año desde fines de la década pasada hace furor en el Reino Unido y también en varios otros países.  Como queda en evidencia, es la primera vez que “corro” sobre dos ruedas, pero aún más importante, es también la primera vez que me propongo evitar por todos los medios que me roben la bicicleta (llevo tres en mi historial, dos allá y una acá).  Así que ésta jamás, ésta la llevo al trabajo y la meto debajo de mi escritorio.

     

    Luego de varios meses planeando un riguroso entrenamiento, finalmente llego el día de la competencia, con mucho sol, mucho calor y también algo de lluvia, infaltable en cualquier evento al aire libre. Las condiciones eran un tanto duras, pero hubo que adaptarse a las reglas y pedalear respetando el clásico “dress code” de Brompton: camisa, saco y corbata, con cualquier tipo de variación posible, hasta lo menos imaginable. Todo muy vistoso, incluyendo la largada al mejor estilo Le-Mans.

    Las Brompton son ni más ni menos que el motivo y el elemento en común de una tribu urbana más. Ni la música ni nada en especial tiene mucha importancia, solo la necesidad de independizarse un poco del transporte público, agilizar el desplazamiento por la ciudad o simplemente divertirse.  Y como escuché a alguien decir por ahí, participar en el Brompton World Championship es como ir a una convención de Elvis Presleys y sentirse uno más – ya nadie te va a mirar raro por las ruedas chicas, todos están en la misma.

     

    carreras 2.pngPor supuesto que el entrenamiento del que hablaba quedó en los planes. Fue toda una ilusión que nunca ocurrió y sin dudas se comenzó a sentir mucho antes de completar la primera de las cuatro vueltas al circuito. Y al ser yo un inexperto absoluto, hubo detalles que fui descubriendo sobre la marcha – pequeñas cosas que van ocurriendo mientras el desgaste físico hace lo suyo; desde darme cuenta de lo eterna que se hacía cada vuelta, hasta la desmotivación que uno siente al ser pasado como si nada por los ciclistas más experimentados y/o entrenados. Y debo admitirlo, me pasaron tipos de más de 60 años… no solo eso, sino hasta mujeres de esa edad.

    Así y todo, en el último tramo me propuse defender el honor. El objetivo era no dejarme ganar por la mujer de sombrero, medias caladas y tacos que tuve adelante todo el tiempo. Y lo logré, la sobrepasé en la recta final, en una reñida lucha de más de 40 metros… aunque lamentablemente no fue suficiente para mejorar mi pésima actuación. Si alguno quiere reír (o llorar), puede ver los resultados online. Está todo publicado en algún rincón de internet que por supuesto no develaré.

    También hubo premios para los más elegantes.  En la foto de abajo, los zapatos del merecido ganador…

    carreras.png

     

  • The Crabs la rompe!

    The Crabs tiene nuevo ep, es decir su... cuarto vinilo!! Son seis temas bajo el título de "The many faces of The Crabs Corportion" y salió por el sello americano Jump Up. Como siempre, el arte de tapa es genial. seguramente habrá unas pocas copias en la Argentina de este disco. Si están leyendo esto, si les gustan los vinilos y si les interesa algo de esta música, realmente no deberían dejarlo pasar, porque después será inconseguible...

    Ecléctico, sutil, original, elegante. Podría abundar en elogios para la producción de este disco, pero digamos simplemente que ha merecido una muy positiva crítica por parte de Steve Shafer, responsable de uno de los mejores blogs sobre ska y rocksteady y etc, que se conozcan (The Duuf Guide to Ska), por sus buenas entrevistas, textos siempre originales y bien escritos, críticas realmente pensadas, apartadísimo, siempre, de la gacetilla, el comentario de compromiso o wikipedia. Se puede ver acá mismo. Pero vale la pena citar el comienzo, que sorprende: 

    The Crabs Corporation needs no introduction if you've been following the international ska scene and been smart enough to pick up one of their three fine 45s on Record Kicks

    (Los Crabs no necesitan presentación si estuviste siguiendo la escena ska internacional y si fuiste lo suficientemente vivo como para conseguirte sus tres buenos singles por el sello Record Kicks).

    Es muy loco y muy significativo que ya se pueda decir que los Crabs, a nivel internacional, ya no necesitan presentación. Muy merecido, por cierto, por su propia música y por sus cooperaciones con Susan Cadogan, King Hammond, Jennie Matthias, Roy Ellis... ¿Para cuándo el LP?

    crabs.jpg

     

    (Aclaración del autor: si bien participo en esta grabación, en teclados, mi contribución es mínima y en poco tiene que ver con la calidad de la misma; de allí que los elogios no tengan grado alguno de autobombo)

  • Skatoness: ska en San Luis!

    Entre muchas otras falencias, el libro “La manera correcta de gritar” sin duda hace agua en cuanto a información sobre bandas de ska del interior de país. Poco se dice en sus páginas acerca de qué pasaba en las provincias mientras ocurría lo que sí se cuenta de Buenos Aires.

    Una de las bandas más activas en el país profundo, pasadas por alto en “La manera”, es, sin dudas, Skatoness, de San Luis, nada menos. 

    Los puntanos cumplen por estos días 13 años y lo festejan en Buenos Aires con un par de shows. Buena oportunidad entonces para saber qué onda, hablando mal y pronto y escribiendo peor todavía.

    El que responde es Rudy, fundador de la banda y protagonista de una historia bastante curiosa, aunque a la vez representativa en muchos sentidos, un testimonio más de esa típica "soledad" de quien gusta de cosas que no a muchos les parecen tan interesantes...

    skatonpci3.jpg-¿Cómo y cuándo se formó la banda?

    -Skatoness se formó en agosto del año 2000. Yo recién llegaba de Buenos Aires a San Luis. Mi madre tenía una comiquería en el centro de San Luis capital y ahí puse un cartel en el que anunciaba que buscaba músicos para formar una banda de ska. Así se fueron acercando los primeros interesados en participar en un proyecto que no tenía precedentes en la provincia. Empezamos a ensayar, enchufando el bajo, la viola y el teclado en unos parlantes de computadora, que su vez estaban conectados a dos parlantes de un equipo de música Aiwa, ensayábamos re-bajito, tirando melodías ska, yo empecé cantando en la banda, y después empecé a tocar el trombón, muchos años después. Hoy de la formación original solo quedo yo (voz y trombón) y Paulo, que toca la batería. El resto de los músicos actuales fueron quedando de diferentes formaciones de estos 13 años.

    -¿Qué información sobre ska había entonces en San Luis?

    - No había casi información sobre ska. El público general sólo relacionaba el género con los Cadillacs y los Calzones Rotos. Y en el publico punk, se conocía a los Intocables y Madness. Así que nos costó mucho explicar el tipo de música que hacíamos. Skatoness fue la primer banda de ska de la provincia de San Luis y es la única en la actualidad. Ahora hay muchas banda de ska punk, de oi! y de ska “fiestero”, pero ninguna que lleve con su música la cultura rude boy. Por suerte, la influencia impartida por la banda ha conseguido que se puedan llegar a ver algunos rudys y skins entre la gente, al principio algo inimaginable acá en San Luis.

    -¿Y entonces cómo los recibió el público y qué lugar ocupó la banda en el rock puntano?

    -La gente siempre nos recibió muy bien, nos trata con mucho respeto. El rock puntano tienen una brecha muy grande entre lo que es Kameleba (la banda de reggae más importante) y el resto de las bandas locales. Skatoness se mantiene con el respeto de las otras bandas y de la gente, por el solo hecho de mantener siempre firme el estilo y la cultura musical que intenta profesar la banda, y gracias a los compilados nacionales en los que participamos, las giras por Chile, las participaciones en el programa La De Dios y en Pelgatos. Además, de las diferentes formaciones de Skatoness nacieron otras bandas.

    - Cuando ustedes se juntaron no había otra banda de ska. ¿Con el reggae qué pasaba?

    -En el reggae la situación era casi la misma, pero se tenía un poco más de referencia con otras bandas como Los Pericos, Los Cafres. Casi en forma simultánea nacía Skatoness en la ciudad de San Luis y Kameleba en la ciudad de Villa Mercedes.

     -¿Vos sos porteño? ¿Cómo fue que te mudaste a San Luis?

    -Rolando Rivero es mi nombre. Soy de Buenos Aires, de Palermo, donde viví hasta los 21 años. Después me vine a vivir a San Luis, para escaparme del ruido y de los vicios porteños. Eso fue en el año 1997. En el 2000 volví a Buenos Aires, ya con familia, pero solo estuve tres meses y aproveché que mi vieja cobró una plata y se iba a poner una comiquería acá en San Luis y me volví para estos pagos.

    -¿Y cómo empezaste a escuchar ska?

    Allá en Buenos Aires, me atrapó primero el reggae, a los 13 años. Empecé escuchando a Los Pericos. Me hice del fan club y los iba a ver a todos lados. Iba a la secundaria y tenía un amigo que era fan del ska. El me pasaba cassettes de Madness, Los Intocables, The Specials…  Un día, escuchando The Specials me di cuenta que lo mío era el ska, me corté los dreads y cambié toda mi ropa rotosa tricolor, por el pelo corto, saco, camisa y los cuadritos blanco y negro. Empecé de a poco a buscar más data sobre esas bandas que había escuchado, pero en esa época en Argentina ya no quedaba casi nada de lo que había sido el revival ska de fines de los 80 en Baires. Por eso empecé a comprar cds de Madness y The Specials en disquerías que los importaban. Siempre tuve la intención de formar una banda de ska, pero no sabía nada de música, no tenía la más mínima idea.

    Mi vida fue marcada por el 2-tone, The Specials, Madness, Selecter, Bad Manners, etcétera. Un día, de chico, mi viejo me dijo “un día vas a crecer, vas a tener familia y te vas a hacer responsable, vas a dejar de escuchar esa música, vas a pasar a vestirte bien y a ser una persona normal”. Hoy, con casi 37 años y 5 hijos, me di cuenta que mi viejo se equivocaba…

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  • Literatura punk

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    Por segunda vez, un colectivo de autores y editores en distintos grados vinculados con la cultura punk organizaron la feria del Libro Punk, valga la redundancia, en el Salón Pueyrredón, el domingo pasado. Igual que el año pasado, en la primera edición, la Feria reventó el Salón, con muchísima gente que llegó interesada en una cantidad de libros y autores difíciles de encontrar en otros lugares, mucho menos todos juntos.

    El principal lanzamiento o estreno fue sin duda la antología del fanzine Resistencia, de Patricia Pietrafesa, ex Cadáveres de Niños, entre muchas bandas muy interesantes, y actual Kumbia Queers. Un librazo, fundamental. También nuevo y muy interesante el libro de Pablo Cosso, cuyo nombre no voy a escribir correctamente en este momento, pero es un estudio antropológico sobre el punk en Argentina.

    Atención, no confundir "punk" con sólo un estilo de música. Piensen más bien en "independencia", "pulso rockero", "hazlo tu mismo", "subcultural"...

    Por allí anduvieron, por supuesto, los Libros de Una Isla- Piloto de Tormenta, con la trilogía Derrumbando la Casa Rosada-La Manera correcta de gritar-Gente Que no, y un estreno: Pintó el Punk!, un librito del que ya hablaremos más en detalle.

    Lo que más me gustó de la feria, y que tiene mucho que ver con sus gestores, es que no se trata de un encuentro de coleccionistas ni una reunión de club de fans. Por el contrario, por caso, la "mesa redonda"que se hizo apuntó más bien al presente y el futuro de todo este asunto, no al pasado. Bien.

    Hubo mesa de fanzines también, un puesto de libros importados, muestras de arte, un DJ que fue del punk 77 al early reggae, de Prince Buster a Bad Religión. Pero, por sobre todo, sobró gente con ganas de leer.

     Acá hay una muy completa reseña de lo que pasó en el Salón:

    http://brandyconcaramelos.com/2013/09/04/el-tiempo-es-lo-que-nos-define-feria-del-libro-punk-ii-review/