Satélite-in-Blog - Page 97
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Ultimas horas de la víctima (The Eagle has landed!)
Aeropuerto Nacional de Ezeiza, jueves 10.15 AM."Mmm, mirá, ahí está Maradona... BEDDERS!!!!!!!"La escena debería incorporarse ya a la antología de rude-anécdotas que han aparecido en este blog.Fue así: dos frecuentes posteantes y un tercer amigo se encontraron esta mañana para ir a recibir a no sé qué músicos que llegaban para tocar en no sé qué festival con los buenísimos Black Eyed Peas y con el gran Emmanuel Horvilleur.Justo cuando esperaban en el hall de arribos, apareció por la puerta de salida de pasajeros, apenas oculto tras unos lentes oscuros, nada menos que Diego Armando (!). Doy fe de que uno de los tres protagonistas de esta historia es hincha de Boca, futbolero y hasta ex relator amateur, así que imagino su emoción al ver en persona al ídolo máximo de la número cinco.Pero ocurrió algo digno de La Dimensión Desconocida: segundos después del hijo de la Tota, apareció en cuadro nada menos que Mr Bedders, directo desde Londres, lo cuál alcanzó para que nuestros tres enviados especiales olvidaran el significado de la palabra fútbol y desviaran su atención hacia un grupo de pasajeros ingleses impecablemente vestidos. Difícilemente le haya pasado antes algo así a Maradona. Muy difícilmente.Sin otros fans a la vista, los músicos, Suggs, Barson, Chas, se dispusieron amablemente a charlar con el comité de bienvenida, que, entre otras cosas, les mostraba viejas fotos con ellos en Londres. Por supuesto, hubo clásicas fotos "de fans" y, después de más saludos y declaraciones de querer "comer carne" (?) los tipos estos se fueron a su hotel, que es el muchos por acá suponían.Los mantendremos informados... -
Ultimos días de la víctima (On the beat, Pete!)
En la cuenta regresiva...
Sábado 13.44. Olvido por unos minutos el tema recurrente de la semana (“¿cómo demonios hacer para poder ir a ver a Madness este viernes?”), es hora de probar sonido con Satélite en el escenario principal de Creamfields. Vamos a hacer algo bien distinto: los vientos atrás, tres teclados y DJ adelante, los Iluminate como invitados... Me dicen que se vendieron 80.000 entradas.
Sábado 16.30. En minutos tenemos que subir a tocar. Por suerte acaban de dar puerta, pero ya hay público. Sólo resta un problema: los Iluminate no llegan... Agarro el coche y voy a buscarlos adónde sea.
Sábado 16.45. Satélite ya está tocando y yo tengo a los Iluminate en el auto, rompiendo récords de velocidad para llegar al menos para el segundo tema. Digan que los Iluminate son buena gente... www.iluminate.org
Sábado 17.30. Todo salió muy bien. A conseguir cerveza!
Sábado 18.43. A Bad Boy Orange lo conocí hace años como operador en una radio. Ahora está dando un show increíble, con una banda buenísima. Bad Boy pone en ridículo aquel debate sobre si los DJ son músicos o no. O mejor dicho: lo hace intrascendente. www.djorange.com
Sábado 20.00. Ya tuve suficiente Creamfields. Me voy a comer empanadas a lo de Alfredo (a quien no le interesa mucho el ska, pero vio en vivo a Skabu Simbel. “Me gustaban más lo Intocables”, dice, “sobre todo el reggae que cantaban con Fidel”)
Domingo 1.00. Vuelvo a Creamfields. La posibilidad de entrar con el auto hasta atrás mismo del escenario es tentadora. También el hecho de que vivo muy cerca. Justo cuando entro Underworld está tocando “Born Slippy” (“el de Trainspotting”). ¿Quedará algún Satélite suelto por ahí? Debe haber unas 80 veces la cantidad de gente que vio a Satélite. Lo cual es muy injusto, pienso: Underworld es 160 veces más famoso que Satélite...
Domingo 2.30. Cuando empiezo a pensar que la música electrónica es lo mío, aparece el DJ Sasha para confirmarme que en realidad no. Chau Creamfields.
Domingo 13.47. Conseguimos casa-club para el verano! Esto quiere decir que habrá segunda edición del Festival Internacional de la Canción, esta vez en Tortuguitas. El año pasado tocaron en la sede-Pacheco Chris Murray, Juana Chang, Rubin y Juan Ravioli. Un éxito. Otro éxito.
Domingo 20.45. Hablando de Rubín y Juana Chang, los dos están en Niceto, en el Stomp. Este festival es de lo mejor del año en Buenos Aires. No sé si hay otra instancia en la que se junten tantos melómanos porteños. Pero este año no me convence demasiado. Aunque Las Curvettes son una buena banda. www.fotolog.com/lascurvettesDomingo 22.14. En el Stomp también está Mariano, de Sombrero Club, buena banda two tone. Tiene una remera de Madness y me pregunta con luces en los ojos: "¿Vas al aeropuerto?!" Tengo que responderle que con suerte voy al concierto. Le digo: "Técnicamente ya es un hecho que no puedo ir al Personal. Pero sé que sí voy!".
Domingo 23.20. Nos vamos con Rubín a un bar supuestamente indio, a la vuelta de Niceto. No es indio, pero tiene muy buena cerveza y buenos sandwiches. Aprovechamos para definir la lista del show del domingo próximo, en el Bafim. Anotamos: "Watching the detectives" (Costello), "Teenage Kicks" (Undertones), "In the City" (The Jam), "Johnny the Horse" (M.), "Country Roads" (versión Toots), "Because" (Beatles). Qué bueno es tener una banda...
Lunes 1.45. No puedo creer que este corrector del Word sea tan idiota para corregir automáticamente “Madness” como “Mandes”. Otra burla del destino cruel... -
Malvinas serenade
Puedo decirlo sin falsa modestia: este es el mejor ska-blog del mundo con fotos recientes de las Islas Malvinas. El que conozca uno mejor, que me diga cuál es.
Así es, ska fans, a la izquierda de la pantalla encontrarán unas fotos de hace un par de semanas en Puerto Stanley y alrededores.
(del diario de viaje)
"La imagen que muchos argentinos tienen de las islas es invernal, militarizada y triste. Malos recuerdos de páginas amarillentas, con fotos difusas y títulos oscuros. Puerto Stanley soleado y colorido no es en lo primero que uno piensa. Pero ese es el pueblo con el que se encuentra el Nordnorge el domingo. El clima extraordinariamente benévolo (después de un duro invierno sin primavera) parece poner de estupendo humor a los kelpers, que te saludan por la calle. No hay mucho tiempo, pero lo primero será conocer a pie, muy superficialmente, la capital: el museo, las iglesias, el memorial a los 250 caídos ingleses en 1982 (el de los 750 argentinos está fuera del pueblo)… También los pubs (como el famoso The Globe; Guinness a tres dólares) y hasta el supermercado de la omnipresente Falkland Islands Company (FIC, en logo celeste y blanco), repleto de mercadería británica, incluyendo discos de Madneess y Terry Hall (y un solitario producto argentino: Catena Chardonnay, a 13 libras).
Al mediodía partimos hacia Long Island, que no es una isla sino una granja o más bien una estancia una hora al norte de Stanley. Neil y Glenda Watson, los kelpers anfitriones, viven aislados en esta isla, geográfica y culturalmente. Todavía usan su cocina-estufa a turba, crían ovejas junto al mar con la ayuda de tres perros ovejeros, e hijos y nietos.En el camino de vuelta, Sharon, sexta generación kelper, nos muestra diferentes sitios donde se atrincheraron militares argentinos e ingleses, donde se produjeron batallas y los restos de un helicóptero argentino destruido en tierra y ahora cubierto de mensajes del tipo “David estuvo aquí” y “Tina ama a Taylor”.
A los dos lados de la ruta hay sectores alambrados y cada tantos metros se ven unos cartelitos colorados. De cerca, se lee: “Peligro. Minas”. “De la guerra nos quedaron más de cien campos minados –dice Sharon-. Yo tengo uno detrás del jardín de casa… No existen registros completos de dónde están las minas así que es muy difícil desactivarlas. De todos modos, aunque no es lo ideal, tampoco nos complican mucho la vida”. Entrar en un campo minado, aunque suene insólito, es un delito. “Cuesta creerlo, pero hay gente estúpida que cree que esto es un juego, así que hubo que tomar medidas y poner multas”, explica Sharon, que no intenta ser políticamente correcta con los argentinos, supuestamente responsables de estas tierras explosivas y vedadas: “A veces nos preguntan cómo podemos vivir tan aislados del mundo, pero la verdad es que nosotros desearíamos estar aún más lejos de nuestros vecinos…”
De regreso en Stanley, sólo queda esperar en el centro de información turística y gift shop el colectivo para volver al puerto. Es la oportunidad de comprar por un par de libras unos de esos carteles de los campos minados, que los isleños transformaron en simpáticos souvenirs. -
Las Malvinas son... de Terry Hall!!!
Ocho dias en el mar, una escala en Puerto Stanley (Malvinas), pinguinos de todos los tamanios en bahias escondidas, icebergs gigantes, temperaturas bajo cero, comida noruega, sobremesas parecidas a reuniones de Naciones Unidas, mucha lectura, una estacion ballenera abandonada, un piano en la cubierta siete solo para mi (after hours)...
Y todavia falta medio viaje... Tantas cosas pasaron que no consigo contar ninguna. En parte porque todo es demasiado. En parte porque cada vez que pienso en algun lugar para empezar, pienso que no le voy a hacer justicia, que no tendria gracia porque no sabria relatarlo bien.
Pero, bueno, no por eso voy a dejar de escribir, de volver a casa.
Todo va bien. Acabamos de dejar atras South Georgia y, ahora si, encaramos para la Antartida. Hace tres dias estuvimos en las Malvinas. Lo cual fue raro. Rarisimo. Pasamos, por ejemplo, por una islita, Westpoint Island, de lado, digamos, mas proximo a la Argentina. Ahi vive una familia. Solo una familia. Mejor dicho, la SEXTA generacion de esa familia. Y son ingleses. No hablan casi una sola palabra de castellano. Y hacen un te increible. Son mas ingleses que casi cualquier persona que haya conocido en Londres. Encontrate con esta gente... en fin, te hace dudar de cualquier nocion de soberania, si es que alguna vez creiste en algo parecido. Y lo mejor de este viaje, de hacerlo asi, es que despues de estas cosas no volves a Buenos Aires, a la rutina (bueno, la rutina no es precisamente mi fuerte), sino que de pronto te pasas los dos dias siguiente en alta mar... Y entonces tenes tiempo de procesarlo. De intentar procesarlo...
En fin. Esto es todo lo que puedo decir porque evidentemente ni es facil conectarse en el barco y la conexion es la mejor del mundo. Asi que, sin mas, les dejo un... aguanten Madness y E. Shackleton!
Daniel
PS: En un supermercado de Malvinas encontre.... un disco de Terry Hall!!!
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Pingüinos, Creamfields, new wave y fiestas balcánicas
Dentro de tres horas estaré navegando hacia la Antártida. Es raro decirlo y/o tipearlo en el calurosísimo Retiro, en el día de la caótica mudanza de Perón a San Vicente y de tantas otras cosas que pasan acá nomás. Pero así es. Nos vamos con dos amigos, el fotógrafo Rafael Calviño y el dibujante Liniers, a navegar por las aguas más australes del mundo en un barco noruego que acaba de amarrar en Buenos Aires. Además de varias noches en la Antártica (como dice una amiga), pasaremos por las Malvinas y por el Cabo de Hornos, entre otros lugares, rodeados de pingüinos, hielos eternos y, dicen, un mar azul cobalto inimaginable.
Será un viaje de 18 días, así que nos vamos bien preparados. Desde la ropa de rigor, hasta notebooks y una impresionante colección de discos, películas y libros (de Madness a Shackelton, de Satélite Kingston a John Wayne...; cómo se elige el material hubiera merecido un post aparte...)que no seríamos capaces de agotar ni en el caso de que quedáramos atrapados dos años en el Círculo Polar. Pero... ¿quién puede dejar todo atrás como si nada? Yo tampoco.
Así que probablemente noten mi ausencia. Porque creo que en el barco tenemos conexión, pero supongo que será difícil conseguir "turno" y que no se podrá usar por mucho tiempo ni muy seguido. De todos modos, sientanse como en su casa y posteen a gusto!
A la vuelta, además de no poder creer lo que pasó, faltará ya mucho menos para el histórico show del que venimos hablando (y a partir del cual este blog multiplicó sus visitas). Y también entraremos de lleno en lo que será... el mes más importante en la vida de Satélite Kingston...
Sí, así nomás. De verdad. Es que en noviembre, además de volvernos locos en el show de Madness, tendremos tres fechas seguidas que serán muy, muy significativas para nosotros. O para mí.
El 11 de noviembre vamos a tocar en el festival Creamfields. Qué vamos a hacer ahí? Vamos a tocar un set especial,que hace rato venimos trabajando (de hecho ya lo presentamos en el Creamfields anterior). Podríamos llamarlo "Satélite-in-dub" y de hecho, para mí, ya merece disco y vida propios. En este set incluimos DJ, MCs y muchos más teclados y sonidos "espaciales", llevando nuestro sonido a terreno más cercano al de cosas como Dub Syndicate, Salmonella Dub, Overproof Soundsystem y así... Y es algo que... me gusta mucho hacer cada tanto...
El domingo 19, si no me equivoco de número, haremos un show radicalemente distinto. En el marco de una feria-muestra de sellos discográficos vamos a tocar un set junto con Sebastián Rubin, nuestro "melody man" favorito y siempre recomendado a quien acepte un consejo de amigo melómano. Haremos, como otras veces, temas nuestros cantados por él, temas suyos tocados a nuestra manera y, por sobre todo, muchas versiones de Elvis Costello, The Jam, Undertones, Desmond Dekker, Clash y... Madness (no quiero adelantar mucho, pero... ¿¡alguien sabe los coros de Johnny the horse?!). Tocar con Rubin es una de las mejores cosas que nos pueden pasar, de verdad.
El sábado 24 (ya ven, todos fines de semana seguidos), volvemos a la normalidad. Aunque no tanto. Vamos a presentar nuestro "Algo tiene que pasar" en El Teatro, de Colegiales (en el marco de las fiestas Bubamara). Acá vamos a hacer un show más "normal", aunque por tratarse de la presentación del disco seguramente va a tener ingredientes "extra-ordinarios", como invitados y versiones que no siempre tocamos.
Como decìa, este mes va a ser muy importante, porque en tres fechas seguidas y en tres escenarios muy distintos, pero siempre muy buenos para músicos y para el público, vamos a sintetizar muchos años de trabajo en distintas direcciones, mucha música escuchada, muchas amistades cosechadas y distintas ideas e influencias y todo eso. Y va a estar buenísimo. Para mí, bah...
Así que, ya saben, si algo de energía les queda para gastar más allá de EL SHOW...
En fin, ahora sí, me voy, que me están esperando en el barco. Ojalá pueda conectarme seguido para ir contanto el viaje. Si no, por favor apropiense de este humilde blog, como, por suerte, ya lo han hecho.
salud.