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Satélite-in-Blog - Page 33

  • Derechito al infierno

    El otro día escuché (por radio!) esta versión de una de las canciones más lindas de The Clash: “Straight to hell”, del disco “Combat Rock”, en este caso cantada por Lily Allen y el guitar-hero de la banda Mick Jones.


    Emotiva, para mi, por la canción en sí. Y también porque fue el único tema de The Clash que Joe Strummer tocó en un show suyo, solista (presentando el disco "Earthquake Weather"), pre-Mescaleros, que vi en 1989 o 1990 (probablemente antes que algunos de ustedes nacieran! Dios mío...). Ah, no, también tocó "Know your rights".

    Tengo la impresión que cuando se piensa en The Clash se piensa en una especie de póker de superhéroes, poderosos, contundentes, incluso un poco justicieros, aunque renegados, “de guerrillas”. Calculo que esa idea tiene que ver con buena parte de su música, con su imagen, con su postura y su lugar en las enciclopedias de rock. Y con tapas como la de “Sandinista!”, por supuesto.
    Una mirada un poco más cercana a su particular historia, sin embargo, deja ver a cuatro tipos bastante más frágiles, inseguros y hasta tristes. Miren: Strummer, con su muerte tan temprana, pero no por vivir “demasiado rápido”, sino por una salud débil. Nick Headon, con sus problemas de drogas, pero sin el glamour de las estrellas rockeras demoledoras de hoteles. Mick Jones y Paul Simonon, también con un aspecto como mal envejecido, hasta demacrados y medio sombríos, muy diferente de otros tipos de su generación, incluyendo a sus iconoclastas primos, los Sex Pistols, y no demasiado activos musicalmente.

    La de The Clash, sí, es una historia triste. Llena de conflictos internos, de traumas personales, de sensibilidades encendidas. En ese sentido, una canción tan suave como “Straight To Hell” casi los representa mejor que esas marchas triunfales, llenas de gloriosos contrapuntos Les Paul-Telecaster, como “Safe European Home”, “Complete Control” o “White Riot”.

    “Straight To Hell” es todo lo contrario. Ningún poder. Puro desamparo.

    De chicos, nos pasábamos horas escuchando discos y contemplando sus tapas de cartón. Hoy no hay tanto misterio: chequeo Wikipedia y veo que "Straight to Hell":

    1.      Fue firmada por la banda, sin autor en particular. Y en su momento fue la otra cara del single “Should I Stay Or Should I Go”.
    2.      Que los ex Clash coinciden en que es el mejor tema que compusieron.
    3.      Que 2 Minutos grabó una versión en uno de sus discos (¡)
    4.      Que la versión original de The Clash duraba siete minutos, pero que para el disco “Combat Rock”, por pedido del sello, se cortó un poco.
    5.      Que Elvis Costello y Jakob Dylan la tocaron en vivo para el programa de tele del primero (la busco en YouTube y veo que es mejor que la de Lily Allen, aunque Costello esté tan mal vestido...).

    Confirmo, al encontrar la letra en Internet, otra vez sin mayor esfuerzo, que el tema habla de esos inmigrantes no muy bienvenidos. Y también de los chicos que nacieron en Vietnam de madres locales y solados americanos durante la guerra ("oh, papasan, please take me home"). La letra está maravillosamente escrita, pura poesía beat-punk. Strummer...
    Pero… Bueno, la verdad que el tema habla en el fondo de la fragilidad en términos generales. Bah, más que “ hablar de”, la expresa. La canción le habla al que la escucha. Y, en casos como este, que no son tantos, el que la escucha cree que no sólo le habla a él, sino que habla DE él.

    Chico de 15 años, encerrado en su habitación, poniendo discos, escuchando tirado en la cama. Ya conocen la escena y también el resto de la historia, que probablemente termine con el chico comprando una guitarra eléctrica y armando una banda de rock. Aunque jamás en su perra vida logrará acercarse ni a un millón de años luz de "Straight to Hell". Ponganle el nombre del clásico que quieran: "One Step Beyond", "Rudy", "Anarquía en el Reino Unido", "Paranoid", "The Model" o "Smells like teen spirit". Es siempre lo mismo...

  • Skatalites & Rico @ Killmess

    Fotos by yo

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  • Satélite Kingston

    Volvemos. En septiembre del año pasado, perdimos a Fer Marastoni. Creo que cualquier cosa que se pueda decir de esos momentos es poco, y a la vez sería una obviedad. En cuanto al grupo, quedó en estado de shock. Después de esto, no decidimos casi nada; las cosas simplemente ocurrieron.

     

    No sólo no pensamos en qué queríamos hacer como banda: ni siquiera queríamos hablar del tema. Nos desactivamos sin ningún plan. Pero hacia fin de año nos invitaron a tocar con Slackers en Niceto. Dijimos que sí y después de tocar volvimos a como estábamos el día anterior. Pasamos el verano sin novedades y Hugo Lobo nos propuso tocar en las fiestas que estaba haciendo en Uniclub. Volvimos a reunirnos y dijimos "vamos", y lo hicimos. Pero eso no significó reactivarnos, fue más bien algo aislado.

     

    Así, en el último año tocamos sólo esas dos veces. Y la verdad es que cada uno de nosotros aprovechó su tiempo "libre" muy bien. Tan bien que hasta es complejo y largo de explicar.

     

    Germán (trombón), entre otras cosas, con los notables y, por cierto, ocupadísimos, Onda Vaga, gira europea incluida.

     

    Nico (bajo), con, entre otras cosas, la banda de Pablo Molina y las increíbles sesiones de los Gigantes Magnéticos (disco del año, aunque todavía no salió).

     

    Gonzalo Santos (guitarra-trompeta), con otros dos estelares proyectos: como parte de la orquesta de Les Mentettes, y en los imbatibles La Quimera del Tango (parezco fan de cualquier cosa relacionada con mis amigos, pero no es mi culpa si realmente hacen cosas tan buenas...)

     

    Ale (guitarra) y Danny (batería), con la banda de ska-klezmer-sociales-de-la-cole Shabatones. Danny, en particular, con una suplencia en Dulces Diablitos (minigira por Chile incluída) y en la cocina del mejor restaurante de Villa Crespo, Beson (no se lo pierdan).

     

    Hernán, a su vez, con el Ensamble Porá y con G7, un proyecto de jazz junto con Gonzalo, y a la vez en Flor de Mambo, con Germán...

     

    Ara, con algún show solista. Y yo, con un disco en solitario, aunque no exactamente, pero del que dará para hablar aparte, otro día.

     

    Así las cosas, unas semanas atrás Germán volvió de una larga gira y tiró una vez más la idea de juntarnos, tantas otras veces planteada y descartada. Pero esta vez estuvimos de acuerdo en que ya nos habíamos tomado suficiente tiempo. Ale, sin embargo, nos hizo saber que él se tomaría aún más tiempo, indefinidamente. Ara, por su lado, sin descartar nada, necesitaba concentrarse en su actual laburo y en cuestiones personales.

     

    Curiosamente, el panorama era menos adelantador que otras veces en las que no habíamos tenido ganas de arrancar, y sin embargo... arrancamos.

     

    Volvimos a una sala de ensayo y nos pusimos a tocar nuestros propios viejos temas, casi como si fueran covers ajenos, y nos gustó lo que pasó ahí.

     

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    Para terminar de armar la cosa recuperamos a uno de los más interesantes músicos que hayan pasado por Satélite (y, honestamente, han pasado muy buenos, algunos de los mejores, como está a la vista de todos): el guitarrista Gastón DiGregorio.

     

    En este asunto hay una verdad de hierro: las cosas sólo pasan cuando... empiezan a pasar. Así es que en cuanto nos reagrupamos de esta manera surgieron dos propuestas: tocar en Quilmes con Skatalites y volver a nuestra querida San Pablo, una vez más. Nada menos.

     

    Supongo que esos proyectos fueron el combustible necesario para ponernos en marcha. Eso, y el constatar que la pasábamos bien al menos en una sala de ensayo, claro.

     

    Así que en eso andamos. Vale la pena esta breve, resumida, puesta al día para los que preguntaban en qué andábamos y quiénes andábamos todavía. Calculo que nos estaremos viendo un poco más seguido en los próximos meses. Sería bueno.  

  • Arqueología underground: Piloto de Tormenta, en San Isidro

    "La manera correcta de gritar" fue una exteriencia tan satisfactoria, que en cuanto salió ya empecé a pensar en el próximo libro en una línea similar, de "arqueología underground". Pero la verdad es que se me hacía muy cuesta arriba encarar otras cincuenta conversaciones con gente tanto en recitales a las 4 am como por teléfono larga distancia, así que se me ocurrió lo siguiente: que tal si, para el próximo, invitaba a amigos/conocidos, a trabajar en equipo.

    Tenía ganas de investigar sobre grupos oscuros de los años 80, no vinculados con el ska. En realidad, no vinculados con ningún género preciso. Grupos como El Corte o Los Pillos. Eso. Así que se lo propuse a algunos amigos, que además de muy buenos periodistas, en serio, podrían estar interesados en dos cosas: 1. estas bandas. 2. trabajar gratis.

    Por amor al arte, entonces, nos pusimos a ello. Yo escribí sobre El Corte y sobre la primerísima versión de Todos Tus Muertos, pre-1989. Un grupo de colegas, más parecido a una banda de rock que a una redacción, se pusieron con Los Pillos, Mimilocos, Uno x Uno, Sentimiento Incontrolable, Don Cornelio, Sobrecarga y Los Corrosivos.

    Después de más de un año de trabajo lo terminamos y le pusimos "Gente que no", título de un tema de TTM (by Jorge-Decadentes-Serrano!) e hicimos una tapa con una foto de mi colección de cassettes vírgenes (!). Lo publicó una editorial independiente, Piloto de Tormenta, que no es de ninguno de los autores, en 2009. Lo hicimos con el mismo formato que "La manera correcta", con la idea de armar una colección.

    Con el mismo equipo, o más o menos, y con la misma editorial y el mismo formato de libro, esta semana pusimos el punto final del tercer volumen de la trilogía: "Derrumbando la Casa Rosada", subtitulado "Historias de los primeros punks en la Argentina (1979-1989), con capítulos sobre Alerta Roja, Laxantes, el restaurante Le Chevalier, Morgue Judicial, Violadores en la Universidad de Belgrano, y bastante más.  

    Se vendió bien, tuvo buena repercusión, pero nunca lo presentamos. El viernes pasado, por primera vez hablamos del libro en vivo, un servidor, Alfredo Sainz y Franco Varise, en la Biblioteca Municipal de San Isidro, ante un antento auditorio de viejos y jóvenes melómanos subterráneos.

    En el caso de que quien lea esto realmente no tenga nada, pero nada mejor que hacer, acá tiene el contenido de tal presentación:

     

  • White Riot

     

    "Jóvenes, sin oportunidades, furiosos con el sistema y fabulosamente organizados a través de las redes sociales: los vándalos londinenses exhiben algunas de las características de los manifestantes prodemocráticos de la "primavera árabe".

    "Pero mientras que en Medio Oriente los jóvenes salieron a las calles con la esperanza de generar un cambio positivo, la violencia de Gran Bretaña parece casi nihilista, enfocada en el saqueo y en un rápido estallido de publicidad y poder que los jóvenes del centro pobre de la ciudad sienten que se les niega desde hace mucho."

    (Peter Apps, Reuters)

    ¿Quién previó esto? ¿Cómo puede ser? Las primeras imágenes de esa esquina del negocio de alfombras en Tottenham, lo reconozco, me pareció que debía tratarse de un accidente. Es decir, que los manifestantes habrían prendido fuego a, digamos, unas gomas, unos tachos de basura, y que luego la cosa se habría ido de las manos, casi accidentamente, y que luego la imagen, tan fuerte, habría dado la vuelta al mundo. Hasta ahí, bien. Después siguió otra esquina. Y toda una cuadra en Croydon. Y autos por todos lados (hay una foto que se vio mucho en la que un taxi tiene una publicidad del musical Billy Elliot, que hace algunos años vi justamente en Londres y que tiene por protagonistas a obreros no muy diferentes de los padres de los chicos que están protestando ahora mismo.) Y después ya no era sólo Londres sino Birmingham.

    Después pensé que aparecerían los típicos testimonios que bajan un par de cambios, las consultas a los argentinos que viven en Londres diciendo "che, no es para tanto, no es como se ve desde allá". Pero ocurre que todo testimonio que leo en realidad confirma la gravedad de los disturbios en Uk.

    Ahora Cameron puso 16 mil policías en la calle. Es una situación delicada. Se entiende que no puedan dejar que incendien la ciudad. Pero un operativo equívoco podría llevar a una respuesta de consecuencias realmente impensadas, tan impensadas como las fotos que estamos viendo (los que no estamos ahí). Si esto fuera aislado... Pero no. Lo vemos en Grecia, en España. En el mundo árabe, claro. Pero también en Israel, donde la semana pasada se dieron las manifestaciones de protesta más masivas en la historia del estado. En Estados Unidos no hay protestas de este tipo. Todavía. Pero sí hay mucha preocupación por la situación económica, por cómo parece comenzar un efecto dominó de cosas que se daban por hecho, pero luego comienzan a caer. Además, hay una curiosa intranquilidad, estrés laboral, de profesionales que están lidiando con problemáticas, típicas de las crisis, a las que no están acostumbrados, que no les son para nada familiares. Es muy curioso. ¿Qué pasará en la Argentina? La "ola" no está tan lejos. Miren a Chile, que hasta hace un mes era señalado por muchos como el ejemplo de lo que había que hacer, en oposición a lo que hace el kirchnerimo. Más cerca que eso, casi no hay. Brasil, por ahora, parece un paraguas muy oportuno. Pero si está pasando lo que está pasando en el mundo, nada puede se descartar, me parece.