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Satélite-in-Blog - Page 106

  • Cronicas sudafricanas II

    Dumi tiene 38 anios, un rifle y tres balas. Dice que estas ultimas cuatro cosas son para que nos portemos bien. Y, al menos hasta ahora, Dumi no parece un tipo con un sentido del humor muy desarrollado. Cuando le preguntamos por su nombre nos responde que significa “orgulloso”.
    Es sudafricano, negro, swazee, y maneja muy serio la Land Rover que nos lleva por el Parque Nacional Kruger para tratar de encontrar a los big five, los cinco animales mas grandes y “codiciados” de Africa. Callados y dociles como buenos alumnos, lo escuchamos: “Van a ver cuatro. No se cuales. Pero van a ver cuatro. Cuales? No se. Pero van a ver cuatro”, repite como un mantra.
    Salimos a las 6 AM y por un buen rato no vemos nada. De repente Dumi frena, retrocede, vuelve a frenar, asoma la cabeza y mira unas huellas en la tierra. “Lion…”, dice, y preparamos las camaras. Ahi empieza a ir y volver, dar vueltas y seguir pistas. Pero nada. Me parece notar que Dumi esta preocupado.
    Por la radio le avisan que hay unos “wild dogs” por otra parte. Bueno, eso traduce Dumi, porque lo que se escucha suena a una grabacion de voz invertida, como si alguien buscara mensajes satanicos en el relato de Victor Hugo del gol de Maradona a los ingleses, el de “barrilete cosmico” (ahora que lo pienso, habria que probar). Entonces nuestro ranger deja de lado su rastro felino (y una pequenia porcion de orgullo) para acelerar rumbo a los perros salvajes.
    Nunca los encuentra. Y eso lo frustra aun mas. Pienso que en el momento que lo vea rozar el rifle, salto del Land Rover.
    Uno de los chilenos que estan conmigo grita “rinoceronte!” y seniala a la izquierda. Entre el bushveld sudafricano todos vemos entonces el cuerno y el lomo de un autentico rino. Dumi siente, creo, una mezcla de humillacion y de alivio. No lo descubrio el, pero al menos encontramos un big five…
    Esa tarde y al dia siguiente (ayer) se darian mas escenas como esa. Elefantes enojados que se nos vienen encima. Leones tirados en medio del camino. Monos robando comida. Y Dumi casi (nunca parece del todo) contento, porque finalmente nos “consiguio” cuatro de los big five, como habia prometido. Aunque la mayoria de las veces nos cruzamos con ellos por casualidad mientras buscabamos otra cosa.
    “Para mi, todos los dias es lo mismo”, dice, aburrido, justo cuando uno espera que el guia le tire alguna definicion inolvidable de lo que la selva significa para el, para “su tribu…” Una de esas frases que nos gusta repetir despues en un bar, poniendola entre comillas, recordando, “una vez, un tipo me dijo…”, ese tipo de cosas.
    Pero nada, Dumi ya tiene bastante de todo esto. Y no le sale el papel de sabio del bushveld. Cada vez que le pregunto algo, se queda callado unos cuandos segundos, me mira como perdido y al final reacciona. Esta sobrio mientras los demas festejamos lo bueno que es el vino sudafricano. “Siempre es asi. Ven cuatro. Cuales? No se, pero siempre ven cuatro”, me dice mirando la fogata, pensando en la espuma de los dias.

  • South Africa Calling....

    Esto es en vivo. Estoy ahora mismo en el aeropuerto de Johanesburgo. Mas precisamente en un local con Internet, fotocopias y otras cosas. Y hay una clienta anglo o boer, no estoy seguro, discutiendo fuerte con la mujer que atiende, que es negra. La clienta parece exagerar un poco. Pide por el manager de la tienda porque supuestamente le dijeron mal el precio de un sobre. La mujer negra le dijo que costaba dos rands y cuesta dos con cincuenta o algo asi. Entonces ahora la clienta quiere quejarse ante el manager. La que atiende la ignora y habla en su idioma de alguna tribu sudafricana con algunos companieros. Se rie con cierto cinismo, lo cual desespera bastante a la boer o inglesa.

    Acabo de llegar a Johanesburgo en tren desde Ciudad del Cabo. Y anoche, como no podia dormir por el jetlag y por el traqueteo del tren, termine de leer "Infancia", una novela autobiograafica de Coetzee, el premio nobel sudafricano. En "Infancia" Coetzee cuenta mas de una escena parecida a esta. Bueno, no tan parecida, pero si relacionada con cierta violencia racial que todos conocemos muy bien por las noticias del apartheid. El libro es recomendable. Pero les aseguro que no se siente el grado de violencia del que habla Coetzee hasta que ves una situacion tan ridicula como la que estoy viendo ahora mismo.

    La pelea ya termino. No se quien gano, justamente porque preferi concentrarme en esto. Despues les cuento sobre el tren en el que viaje, que es bastante raro, historico o nostalgico, capricho de un tal Rohan Vos, muy parecido al James III de La Nacion.

    Hablamos luego, si consigo otra computadora en el camino, antes de llegar la parque Kruger...

     

  • Buenas noticias (diría Riddim)

    (publicado en La Nación, hoy)

    El Gobierno daría marcha atrás con la ley del músico

    "Muchachos, creíamos que era bueno para la música pero nos equivocamos." Palabras más, palabras menos, eso le habría dicho el viernes último el presidente Néstor Kirchner a un grupo de músicos independientes autoconvocados en contra de la ley del músico (una norma que indica la matriculación obligatoria para ejecutantes de música y un régimen legal de trabajo). Con esa promesa del primer mandatario se daría marcha atrás con el decreto presidencial, firmado en 2005, que reglamenta la polémica ley 14.597.

    Pero hay más novedades sobre el tema, que se conocerán en la segunda asamblea que los músicos autoconvocados realizarán hoy, a las 18, en el Auditorio del hotel Bauen, de Callao 360. Porque no se trata de borrar un decreto y una ley para dejar todo sin efecto. La idea es avanzar sobre la creación de un estatuto del músico (o modificar el existente) para que la mayoría de los artistas se sientan representados.

    La ley 14.597 (o estatuto del músico profesional) tiene muchos años. Fue sancionada en 1958, pero recién se reglamentó en 2005, a través del decreto 520. Una de las principales críticas a la norma -además de la imposición de una matriculación obligatoria- fue el hecho de que el otorgamiento de licencias de trabajo quedara en manos de entidades gremiales, como la Sociedad Argentina de Músicos (Sadem), con la previa aprobación de una mesa examinadora.

    Durante el mes último, a raíz de una mesa redonda convocada por un área de cultura del gobierno porteño para analizar virtudes y defectos de la legislación quedaron enfrentados dos bandos: por un lado, el Sadem; por el otro, los músicos autoconvocados, con Marcelo Moguilevsky a la cabeza.

    Bien movilizados (como nunca antes) y rápidos de reflejos, algunos músicos independientes se reunieron, hicieron consultas a legisladores y llegaron hasta la Casa Rosada para plantear sus inquietudes.

    La pelea seguramente dejará vencedores y vencidos, pero eso no debe quitarle protagonismo a lo importante: ver cómo queda planteado el escenario musical, de aquí en adelante, luego de esta novedad.

    Mauro Apicella

  • Mirando fotos

    Habrán notado, o no, que en la columna a la izquierda de sus monitores apareció hace unos pocos días una serie de albums de fotos de viajes, de eventos varios y de situaciones satelitales inconfesables. Quedan invitados a revisarlos y hasta criticarlos si les parece.

    d.

     

  • Músicos por ley

    En los últimos días la reglamentación del trabajo de los músicos tomó forma de debate público. Esta carta de Marcelo Moguilevsky es una buena síntesis del punto de vista de muchos artistas independientes muy preocupados por este tema.

    T r a i d o r e s   y   c o m p a ñ e r o s
     
    Los comentarios contra esta ley van creciendo día a día con voces de todos los músicos independientes que vemos nuestro trabajo y estilo de vida seriamente amenazados.
     
    Intentaremos una pronta reunión -debate que intente desarmar la ley o , por lo menos, hacerla con las cláusulas justas para todos y no sólo para los que están bajo un régimen laboral de dependencia.
     
    Les recuerdo que según esa ley no podremos salir a trabajar si no estamos con esa credencial (si es que somos idóneos musicalmente), y si no le exigimos a los boliches en los que tocamos que nos paguen por la ventanilla del sindicato y hagan sus aportes (boliches que están en extinción ya que los grandes arreglan sus asuntos siempre).
     
    Los músicos no solemos salir de nuestra propia partitura y eso lo estamos pagando caro. El "no te metas" frente al autoritarismo del SADEM será el fin de muchos de nosotros.
     
    La manipulación del sindicato respecto de traidores y compañeros hace en los que lo escuchan desprevenidamente, sentirse de derecha o de izquierda, evitando un debate profundo y sostenido que encuentre la ley mas justa. Conceptos sagrados como las conquistas laborales, sindicatos, derechos, son manipulados sin el consenso de los miles que trabajamos fuera del sindicato (de los que se supone que protegería).
     
    Estoy convencido que un sindicato es una indispensable herramienta de los trabajadores, que una ley puede y debe traer protección. Pero eso implica un consenso que este sindicato no tiene.
     
    La ley no puede atacar a nuestras fuentes laborales.
     
     Hay una delgada pero antigua trama entre los músicos, los boliches, los sellos independientes, periodistas independientes, que debemos defender para existir como artistas.
     
    No es mi enemigo el pub o el pequeño sello. En todo caso podemos quejarnos por los monopolios de mercado que imponen los grandes espacios y las grandes empresas. Pero esta ley desplumará a esos músicos, boliches y sellos (cultura alternativa) y dejará intacto al mega aparato cultural/comercial el cual siempre encontrará como arreglar.
     
    Si el SADEM no toma en cuenta las voces de los músicos en su totalidad, comprendiendo la diferencia sustancial de vida entre un violinista de orquesta municipal y una banda de rock de Ramos Mejia, un contrabajista de jazz y un copista contratado del Teatro Colon, quedaremos sin trabajo miles de músicos que buscamos día a día donde tocar, arreglando nuestros cachets o simplemente yendo a "la puerta".
     
    Nosotros, los independientes, hacemos al escenario artístico de este país tanto como los demás músicos que son contratados por algún organismo. Y ningún sindicato tiene derecho a colegiar si somos artistas o no.
     
    Antes de entrar en recursos de amparo (tribunales de por medio), intentemos un debate serio, sin agresiones y con la pasión en las ideas y no en el volumen de voz. Sugiero que si alguno tiene la posibilidad de escribir algo que se parezca a una solicitada ya seria un gran aporte, aunque sea para que el día del debate ahorremos tiempo y esfuerzo llegando a ideas claras y efectivas.
     
    Pido que reenvíen este email a todos aquellos a quienes sientan preocupados en el buen sentido por el camino del arte musical y los derechos de todos. Si nos enteramos tarde de la ley no es casualidad. No seamos ingenuos y luchemos por una ley justa y solidaria.
     

    Marcelo Moguilevsky