(el siguiente texto es un comentario a partir del libro La Manera Correcta de Gritar, publicado en el fanzine En La Cancha se Ven Los Pingos)
A primera vista, que se haya sacado un libro destinado a explicar y contar el movimiento ska o two tone me pareció maravilloso. Me pareció bueno porque la gente no sabe mucho acerca de esa cultura y de las grandes bandas que hay y que hubo en ese género. Pero al leerlo se me escapó la tortuga, como viene pasando.
Se ve que en el mundillo ska los skinheads no tienen cabida. Al fin y al cabo ¿qué tienen que hacer eses vándalos en los recitales ska? ¿Qué tienen que ver con la cultura de los cuadraditos negros y blancos? ¿Qué carajo hicieron por esta cultura?
La verdad es que el público y las personas que rodean a la cultura ska/reggae siempre fueron unos pelotudos importantes. Un poco de elite, por un lado; un poco de temor por otro, y patatufffff!!!!! Los skinheads cagaron la "escena".
Mirá vos, no te voy a hablar de los Cadillacs, de los Intocablers o de Skabusimbel, porque sería un hipócrita y un mentiroso. Esa época no la viví en mi puta vida. De lo que puedo hablar, ya que todo lo escrito acá fue observado por las retinas de mis dos ojos, es que a toda banda que arrancó under y después supo construir sus billetes, los primeros que le hicieron el aguante fueron lo pelados. Y las bandas que no llegaron a nada no fue por esos "vándalos" sino porque su elitismo no los dejó aspirar a más.
El libro escupe malas noticias para los skinheads: el ska no está hecho para ellos y los protagonistas del two tone argentino detestan a ellos a su cultura. Pero a la hora de las botitas bien lustradas, del por pie (ese sombrero de mierda), las camisitas a cuadros, todos están haciendo cola.
En el libro dice que los neonazis se metieron en sus recitales y, te digo la verdad, eso es culpa de las bandas a las que nunca les dio la nafta para echarlos. Tengo cantidad de historias para nombrar, pero seguramente la más conocida, que además se encuentra citada en el libro, fue la de aquellla noche en el Abasto, más precisamente en Fun House, donde tocó Espías, Dulces Diablitos y Satélite Kinfgston. Los fachos la quisieron pudrir afuera y, oh casualidad, los muchachitos amantes del elitismo y el ska se escondieron en el baño y en el escenario y fueron los skinheads los que pusieron la trucha. Salvando excepciones, toda la vida fue así.
Yo creo que debe ser el único país del mundo que en los recitales ska no quiren ver a los pelados en público. Recuerdo que Rico Rodriguez, en el Hard Rock de Recoleta, casi le compra birras a los pelados, contento de encontrarlos en un país tan lejando como es Argentina. Al único que puedo rescatar es a Hugo Lobo, de Dancing Mood, porque nunca quiso a los skinheads desde el principio. Ibamos a sus recitales a enfiestarnos y él dejaba de tocar y no chamuyaba ni a apalos. No puedo decir lo mismo de otras fiestas en donde los pelados las hacían y la elite del ska no decía ni mu porque realmente les convenía que los pelados pongan el billete en la barra. Y cuando al ska no le daba cabida ni dios, los pelados de José C Paz le dieron un lugar en sus barriadas para que toquen porque si no era en ese lugar no les pasaba cabida nadie.
A sí que no hablen pavadas porque le están contando una historia errada llena de mentiras y declaraciones poco felices. Obviamente que hay declaraciones que son muy buenas, con buena leche y totalmente rales, pero al libro se le escapa la tortuga con todas las palabras. El two tone siempre estuvo relacionado con el movimiento skinhead, históricamente en cualquier país. Esa es la posta y si no te gusta empezá a tocar heavy metal o folklore. O de última andá a tocar con Riddim o Resistencia Suburbana, que ya sea de paso, también fueron los skineheads en ir a sus primeros recitales y no la cantidad de universitarios con ansias de paz y amor que hay ahora.
Las jodas de Big Mambo en el Dorado, las de Epías en San Miguel y José C Paz,. hasta las fechas de Acción Anti Fascista. Ahora las cosas están mejor que antes, la elite ya es una vanguardua y mira con malos ojos a las nuevas huestes fanáticas del ska y skinhead reggae. Bandas como Staya Staya y Aggrotones, movidas como la de Unión Respeto y Ska merecen aplausos, fanzines como Recuerda Tus Raíces aportan muchísimo para que la elite vaya desapareciendo. Y vuelvo a repetir: ¡qué carajo tiene que hacer los skinheads en los recitales de ska? Y, bueno, preguntele a los loquitos de camisa y saco, botitas bien lustradas, fanáticos del soul, buen aprendizaje del inglés y una postura soberbia ante los muchachos que quisieron y quieren entrar en el mundillo de los cuadraditos negros y blancos. Y miren que el ska es solidario, la pucha!!!!
El libro está bien hecho.... para la elite.