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Satélite-in-Blog - Page 112

  • Lluvia de Chang!

    Los fans del reggae & ska van a gritarme "¡Judas!", pero, bueno: meet Juana Chang de todos modos... 
    Lo primero que recuerdo cuando escucho “Toco madera”, el CD (R) que tengo de la argentina y nómada J.Ch., es una historia que me contó un amigo. ¡Eran los años ochenta! (no, no cuando me lo contó, sino cuando le ocurrió). Se compró este amigo mío un cassette de Jesus and Mary Chain. Lo llevó a la casa, lo escuchó y pensó en devolverlo porque le parecía que había un error, que debía sonar así por algún defecto de la cinta, algo de fábrica. Lo rebobinaba, lo volvía a poner y pensaba: "No puede ser". Y la verdad es que ese ruido no era culpa, no al menos esta vez, de la deficiente industria argentina del audio, sino de las guitarras de la banda en cuestión.
    En “Toco madera” (¿se llamará así? No hay lista de temas, no al menos en mi copia que dice "No me discrimines, soy un CDR") algo rompe los pequeñitos speakers de mi pobre notebook y me hace pensar que algo está mal en la grabación, en la mezcla o en algún otro momento. El aleteo ese hace crack, crack... Pero la voz no. La voz en cambio me recuerda que la Chang me contó hace unos meses que tenía un proyecto de canto con caja. Y, sí, hay algo de andino en “Toco madera” (justamente...). Pero también de Kurt Cobain. Y el leve problema sonoro probablemente se deba a que mi copia, como me advirtieron, era una versión previa a la mejorada, la nueva que volaría a Europa, a cinco euros, porque la cantante estaba por partir (de gira!) allá. 
    De todos modos, no es el disco el que me impulsó a estar despierto, la noche que lo recibí, un rato más. Fue el libro. El booklet de cocina. No, ni siquiera eso. Fue el horóscopo dentro del libro de cocina.
    Paréntesis, porque empezó a sonar “Closing Time”. Y de pronto me acuerdo que durante el Changshow, cuando Chang anunció que iba a tocar este tema creí, iluso, que arremetería con un cover de Tom Waits. Pero no, no es el Closing Tom, sino el Closing Chang. Y es mi canción favorita del CD-R. Tiene como un... crepitar. Arranca, se queda. Es suave y áspera a la vez. Inocentemente perversa, más o menos.
    Lástima que en ese disco no esté un tema que Chang tocó en un show acústico, con el notable percusionista de Pablo Dacal (que me parecía conocido y efectivamente lo conocía: fue barman en mi fiesta de cumpleaños!). Ese que decía “dejame llevarte”, “donde nada es importante”, o algo por el estilo. Ese tema no está acá.
    No tengo relación alguna con Chang, salvo algún amigo en común, pero me gusta lo que hace, mal que le pese, me imagino, a alguno que lea este anotador. De hecho, creo que ni siquiera está en la Argentin. Así que si alguien quiere escucharla, mejor que se vaya a Europa y chequee todos los días las páginas sobre conciertos de argentinos expatriados. Y por ahí tiene suerte. Y si no quizás ve a... ¿Miguel Mateos?
    Pero estábamos en otra cosa. Estábamos en el horóscopo, antes del paréntesis dentro del paréntesis dentro del paréntesis (ahí está: eso pasa en Closing Time: son paréntesis que dan paso a otros paréntesis; para el último, chances are, no recordás el primero y querés volver a empezar). El horóscopo del libro de cocina de Chang es increíble. Me produce la sensación que me producen las cosas que más me entusiasman: lo primero que quiero hacer es mostrárselo a unas cinco personas de las que estoy, digamos, intelectualmente enamorado, con las que siempre quiero conectar con este tipo (¿cuál?) de información. ¡Quiero verles las caras cuando lo digieran! Sé que va a ser reconfortante, rewarding. Aunque ya voy por la segunda “Closing time”, y no me repongo de la frustración de que no sea el “Closing time” de Waits, eso sí. Aunque la versión de “Loco” (¿”Loco tu forma de ser?”) cubrió la necesaria cuota de covers de la noche.
     
    ¿Y quien es el señor que “editó” el libro de la Chang? Sin duda un señor sensible. Aparece como un tal Vittón. Yo conozco a un Vitón, pero con single t. Vaya uno a saber.

    Volviendo al CD. Estoy en la tercera vuelta de “Toco madera”. Y está claro que no es lo mismo el CD que el show vivo. Dato extra curioso: “Toco madera” se llama también el disco de un amigo al que creo que este otro disco podría gustarle mucho. Y, de hecho, mañana intentaré peregrinar al trote, digamos ligero, para mostrárselo. Le van a pasar dos cosas: va a odiar que le hayan sacado el título. Y le va a encantar. “Encantar”, digo, como encantar-encantar. Quiero decir que va a asomar como una viborita. Va a hacer la danza del descubrimiento. Lo conozco bien. Y sé que lo que va a hacer. Y después me va  a decir “Está bien”, nada más. Se va a reír, también. Mejor entonces le hago una copia, para que escuche a solas, sin una mirada (mía) a la que responder en un momento dado.

    De todos modos, la página www.juanachang.4t.com/ da a entender que J.Ch. vuelve a tocar en Buenos Aires pronto y en un lugar bastante interesante: Campamento Huno.

  • Pidamos Más Papas

    El sábado pasado fui a ver a Papas Ni Pidamos. Para los que no los conocen, son una banda de ska porteña que ya toca desde hace un par de años y que se diferencia bien de sus colegas más cercanos, incluso Satélite Kingston.

    Para empezar, Papas no hace temas instrumentales ni ska jamaiquino. No al menos las veces que los ví, que son varias. Tampoco hacen covers, cosa que ya es bien rara no sólo en Buenos Aires sino prácticamente en el mundo. Tercero: apuestan a la canción. Y a la canción en castellano. Y a las letras "confesionales".

    La verdad es que no necesariamente me gustan todos los temas de Papas. Y hay un par que claramente no son de mi agrado. Pero, por otra parte, son la banda de ska que más me "transmite".

    Está bien, estoy diciendo algo bastante ambiguo. Pero, para entender, hay que verlo y escucharlo al cantante, el famoso Pelado, en escena. Creo que tiene una escuela Cadillacs bien llevada. Pero le suman riesgo. Probalemente no un riesgo "musical", porque no experimentan ni nada por el estilo. Pero sí se arriesgan a ser extremadamente expresivos, algo que no es muy habitual en un contexto donde los grupos suelen elegir: 1. Cantar en inglés. 2. Cantar sobre religiones lejanas. 3.No cantar.

    En cambio, ahí está el Pelado, saltando y cantando sinceramente conmovido sobre cuestiones que, se adivina, le importan en serio. Nunca lo hablé con él, pero me parece que es así. Termina el tema y está más emocionado todavía, con ganas de bajar y darle la mano a cada uno que se tomó un colectivo hasta Villa Crespo (es Villa Crespo?) y pagó los seis o siete pesos (o eran 8?). Como que no lo puede creer, se siente agradecidísimo.

    Pero se lo tiene bien ganado.

    www.papasnipidamos.com.ar

  • La Internacional Ska: capítulo Caracas

    La internacional ska es algo notable. Hace una semana estuve en Caracas por primera vez en mi vida. No tengo parientes en Venezuela ni llegué como diplomático. Nada. Nadie me conocía.
    Y, sin embargo, a 24 horas de aterrizar en el aeropuerto de la Guaira, ya estaba metido en una sala de ensayo forrada de afiches y posters de ska y reggae (de Lee Perry a Specials), escuchando música y charlando sobre discos, bandas y shows de ska con gente a la que nunca había visto antes. Simplemente sabíamos unos de otros porque compartimos una relación de años (décadas!) con cierto ritmo importado de Jamaica que me parece que a ustedes les gusta un poco también.
    La cuestión es que la gente esta era Desorden Público (en la foto, con el eterno Special Neville Staples), una banda venezolana (con saxofonista argentino, para mi sorpresa) que acaba de cumplir veinte (20!!) años con el ska. Nada menos. Son una de los grupos más importantes del país y se rievindican como banda de ska, esencialmente, todavía. No sólo eso: Caplis, su bajista, maneja un sello, produce bandas y organizó disntintos shows en Caracas, incluyendo Skatalites. Si cambian “Desorden Público” por las palabras “Satélite Kingston” en cada poster y sticker, la sala de ensayo de ellos podría ser la nuestra, casi exactamente. Por poco me pongo a llorar cuando veía que el ensayo (en el que estaban probando unos muy buenos temas para su próximo CD) comenzaba más tarde de lo previsto y algunos músicos no aparecían. Tal como en casa!!!
    Caplis es un fan total del ska. Me mostró un video que grabaron en Londres, en el que posaban en el pub de Candem Town donde Madness suele presentar sus discos. Y tenía puesta una remera de Bim Skala Bim, una de las bandas americanas que más me gustan y que tuve la suerte de ver en vivo hace... ejem (ay...): diez años. (Antes de volver a Buenos Aires, pasé por una disquería y compré el disco de Papa Shanty Sound System, la banda paralela de Daniel, el baterista de Desorden. Y me encantó.)
    La verdad es que si al ska todavía no le hemos podido sacar fortunas, glamour, celebridad sin límites (todavía!), algo que sí nos dio, insólitamente, sin que uno siquiera lo sospechara, es una serie de amistades y alianzas internacionales increíbles. Como esta con Venezuela. Y si no todos tienen la suerte de poder entrar en contacto de esta manera, siempre queda, por lo menos, escuchar los discos de estas bandas. Que, de verdad, son almas gemelas con un acento un poco distinto, no mucho más.

  • Mas sobre discos...

    El post sobre disquerias y compras de discos genero algunos comentarios interesantes. Como quedo un poco atras, me permito pegar este, de Sasso, para que no se pierda.

    Ahi va, con respuesta:


    Creo que el problema es mas que todo no poder conseguir algunas cosas en BA. Skatalites fundamentalmente.
    Igual te comento que si se editaron algunas cosas en otra epoca. Hay dos ediciones de The selecter, una es Too much pressure y la otra es Celebrate the bullet, que tambien esta en cassete. Hay ademas un disco de Bad manners, no recuerdo el nombre, pero es el que trae special breu y lip up fatty, no me acuerdo. Todo en vinilo de industria nacional.
    Mas alla de eso no tengo registro de otras cosas asi (sin nombrar complete que ya hablste de eso).
    Bueno, te saludo y te agradezco por ponerle pilas a algo como esto de comunicarse con la gente.
    Igual, por suerte hay una banda con estilo en argentina que se llama Satelite Kingston.
    salu!!!

    Posted by: sasso | 10/05/2005

    Gracias!
    La verdad es que no sabia que estaban editados en Arg esos discos de Selecter. En verdad nunca los vi. El de Bad Manners si. Curiosamente, el vinilo "Too much pressure" lo compre en una disqueria de Callao y Peron a $ 1 y monedas, edicion inglesa, a estrenar! Era una oferta de 3 Lp X $ 5, mas precisamente, en la que era dificil encontrar los otros dos. Creo que, de hecho, ni siquiera lleve ningun otro disco!
    Supongo que cada uno tiene sus propias historias en este sentido. De todos modos, este del "Too much" no es nada. Mi mayor golpe de suerte fue encontrar en el pasaje Anasagasti (exactamente frente a la peluqueria de Miguelito Romano, a la vuelta del Alto Palermo), una pila de vinilos, entre los que habia uno de los Talbot Brothers y otro de Lord Flea!!! Dos incunables del calipso, tirados en la vereda. Tambien habia uno de Aquelarre, pero solo la tapa, sin vinilo. Yo crei que solo se soniaba con estas cosas...

    PS> perdon por la falta de tildes, pero estoy en un teclado extranio, muy lejos de casa.

  • Great Ball o´Fire: Skatalites en B.A.!!!

    ¿Cuándo nace un diario? ¿Cómo se empieza a contar un fin de semana inolvidable?

    Digámoslo así: miro a mi derecha y veo al Pulga (ex bajo Nuevas Raíces), al Ñato, (de This is ska) y a Luciano, (ex Sombrero Club, DJ, etc). A la izquiera, Ale, de Satélite, Bonetto, de Los Cafres, y Martín Cueto (productor de los shows de Rico en Bs.As. entre otras cosas). Adelante, una docena de brasileños enloquecidos, entre ellos Bruno, responsable de Radiola, el sello que edita a Satélite en San Pablo; Luiz, ex Subtones, actual Trench Town Rockers; Tadeo, skaman, diseñador. Más allá, Muñe, diseñador de la página de Satélite y motor de Butumbaba. Arriba, en el VIP, los veo a Sebolla y Andrés, ex batería y bajo de Satélite (ahora en Ska Beat City, con los que acabo de grabar algo), Manolo, de Nuevas Raíces, Hugo, de Dancing Mood. Atrás, la gente de La De Dios; Dulces Diablitos; Nacho y Milton, sonidista y bajista de Satélite, y el Visón y el Mudo, bajo y batería de Sonora Brixton, Brixtonians y la próxima reencarnación de los mismos. Y Asprila y Skarcha, la marplatense Andrea y tantos, tantos más.

    Es decir, antes siquiera que se levantara el telón, el clima era de fiesta total, de gran fiesta de amigos, conocidos y de gente a la que uno no conoce, pero admira o respeta, como poco, o que lo conoce a uno y lo saluda. Y esas cosas.

    Estoy hablando de los shows de Skatalites en Buenos Aires, por supuesto. Y si la emoción (no exagero ni creo usar el término livianamente) ya era evidente a las 22:15, imaginen lo que pasó cuando empezó la tradicional cuenta regresiva de Freedom Sounds... A muchos de los que nombré, los vi abrazarse. A alguno lo vi manotear una lágrima en la oscuridad. De verdad.

    Si estuvieron ahí, habrán notado, por ejemplo, un grupo de rude boys en el centro del salón armenio, gritando, saltando, bailando a más no poder. Bueno, esos tipos vinieron de Brasil especialmente para estos shows. Tuve el gusto de recibir a siete (!) de ellos en mi casa y de compartir bares con otros tantos (hasta un padre con su hijo!). Gente que lleva tatuado el nombre de esta banda...

    Es raro, no? Cuando veo a las fans de Chayenne o como se escriba en la puerta del Sheraton, me parecen... Bueno, no les tengo mucha consideración. Pero cuando tengo estos otros casos de fanatismo bien cerca, no sólo los entiendo sino que simpatizo y hasta me conmuevo.

    Claro, Doreen Shaffer no es Shakira. ¿Pero vieron cómo la ovacionaron? ¿Cómo se habrá sentido esta humilde señora, ya bien mayor, que apenas tendría idea de dónde estaba (supongo) y mucho menos sospecharía de cómo la iban a tratar? Muy fuerte...

    Y verlo a Lloyd Knibbs tocar como si tuviera 20 años... Qué vergüenza para los que se quejan, se cansan, protestan, no quieren hacer esto o aquello, abandonan...

    No hace falta que comente acá los temas que sonaron y quiénes eran los músicos ni si el PA era bueno o no. Lo que realmente fue noticia el fin de semana pasa por otro lado, por las caras de alegría, las sonrisas que vi y que la música me generó a mi también.

    Tanto fue así, que el sábado, algunos de los que estuvimos en la armenia, nos reencontramos en un bar cercano y nos quedamos charlando, escuchando, bailando ska y demás hasta las 6 am, por lo menos. Personajes absolutamente diversos, que nos vemos tantas veces y casi nunca hablamos, terminamos en una especia de fiesta de egresados de la Academia Ska & Reggae (con alumnos de intercambio y todo). Increíble.

    Déjenme procesar la información y los sentimientos, y quizás les cuente algo más en la próximas horas.