Los homenajes y, peor, los homenajes postumos, como por ejemplo los funerales, generan una buena cantidad de lugares comunes y frases de compromiso tan diplomáticas como indeseables. Así que voy a evitar presentarme acá como el gran amigo de Rotblat, porque la verdad es que no lo fui.
Conocí su música, por un lado. Y eso bastaría para lamentar su partida. Pero también lo conocí personalmente en distintas situaciones sociales de los últimos diez años y, sobre todo, porque grabó con Satélite Kingston buena parte del disco “Una isla” y porque lo invitamos a tocar en vivo en alguna ocasión, justamente en Niceto, donde anoche muchos de sus verdaderos amigos (algunos de ellos, integrantes de Satélite) y compañeros de banda se reunieron para recordarlo y para… celebrar, por qué no.Ahora, al día siguiente, le debo más a Toto: por grabar y tocar con nuestra banda (en este mismo blog conté en su momento lo lindo que había sido estar tocando y ver su cara de alegría, totalmente metido en el tema), pero también por habernos regalado a todos la noche de anoche. Eternamente agradecido, por mi parte.
Lo de anoche fue único. Fue una fiesta. Y miren que se dice de cualquier cosa, a veces, que "fue una fiesta". Se abusa mucho de esa palabra. Pero anoche Niceto fue una fiesta. Un cumpleaños o uno de esos casamientos raros, que te tocan quizás una vez en la vida, donde todo el mundo se divierte. Y es inevitable pensar, al menos para mí, que si corriera la misma suerte que Rotblat, me gustaría que me recordaran así. Claro que difícilmente para otra persona se junten todas estas bandas. La lista es realmente llamativa: además de Satélite Kingston estuvieron Dancing Mood, Mimi Maura, Flavio Mandinga Project, Vicentico, Damas Gratis (Damas Gratis!), Misterio, los Decadentes, Me Darás Mil Hijos, la Orquesta Jabalí (banda de Rotblat) y, de paso, los Fabulosos Cadillacs, que hicieron un tema compuesto justamente para su percusionista (y amigo y hasta padrino de algún hijo por allí) cantado por Flavio y con Vicentico en el bajo.Así que se pueden imaginar lo que era el backstage, con una cantidad de amigos que, al menos a mí, me hacía sentir como en mi propio cumpleaños. Y, sí, ya sé que ahí se habrán saludado a los abrazos los mismos que después se clavan algún puñal por la espalda. Pero, lo puedo asegurar, lo que preponderaba era una incontenible alegría por ver a tanta gente amiga junta. Y todos tocaron y también tomaron a voluntad, lo cual siempre predispone muy bien a la gente. Y me parece que estaban genuinamente emocionados por su amigo, además de la situación en sí, que, para mejor, servía para recaudar fondos para la familia que quedó de este lado.
Pero también se pueden imaginar lo que era la calle. Por supuesto que ya desde bastante temprano no entraba más nadie. Con semejante line up y con una entrada a siete pesos en pleno Palermo… En un momento lo crucé a Rojas, el manager de Dancing, y le dije: “Che, floja la convocatoria. Te faltó un Charly, un Fito…” Por entonces Niceto ya debía estar bien más allá de su capacidad máxima legal… Entonces ¿estuvo bien hacerlo en Niceto y no en un lugar más grande? Creo que sí, que fue la mejor elección, porque justamente todo este rejunte de gente se siente cómodo en Niceto y le resulta el lugar más amigable tanto para manejarse en el escenario como en el backstage (y en los baños!!)Con tal algarabía, ahora temo haber hablado de más, como ocurre a veces en estos casos… Me acuerdo de un par. Por ejemplo, al ex guitarrista de la Quimera del Tango, que ahora es reemplazado por un Satélite, le dije algo así como “Sos el Pete Best de la Quimera!” Quise ser simpático, pero se pudo haber ofendido, porque la verdad es que nadie quiere ser Pete Best... Algo parecido a las metidas de pata de la borrachera, pero más que nada por la euforia del momento...
A Rotblat le dedicamos "Perdimos", con Flavio invitado, porque justamente con ellos (Flavio y Toto) lo tocamos en Niceto y porque de algún modo es una marcha de amargo triunfalismo que tiene que ver con el tono de las canciones de la Orquesta Jabalí... Al menos eso me parece.
En fin, tremenda e irrepetible noche, el mismo día en el que unos tipos hacían unos actos no sé por qué tema del campo o algo así, según escuché, por el Congreso, Palermo o no sé dónde.