Varios días en casa son sinónimo de... muchas películas. En paralelo al prestigioso Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, presentamos esta pobre muestra con material curado por F.F., M.W. y Multicanal.
The Darjeeling Limited. Las películas de Wes Anderson son como musicales sin canciones. The Darjeeling quizás sea la que más se ajusta a este concepto: cada cuadro, hasta el más transitorio, es una puesta en escena impecable, llena de arte, detalle (fíjense simplemente en el equipaje y las paredes del tren) y estridente color. Acá, en lugar del barco de la Vida Acuática o la casa de Los excéntricos Tenembaum, el entorno, laburado tipo maqueta o casa de muñecos, es un imposible tren al que se suben tres hermanos (los lazos de familia, otra vez) en busca de su madre. Escenas inolvidables en una película imperdible, como casi todo lo que filma el tipo este. Potencial banda de sonido: War Crimes (Specials)
Calificación: cuatro satélites y medio…
Juno. Esta ganó un Oscar, no? Se habló bastante de su argumento: una adolescente queda embarazada y planea dar su bebe en adopción. No hay que decir más si no se quiere arruinar el final, pero sí cabe destacar la notable actuación de la protagonista, cuyo nombre no es que no recuerde sino que nunca supe. Pero supongo que todo el mundo le debe augurar un gran futuro. La historia, en verdad, no es necesariamente sorprendente, pero los personajes (nena embarazada, amiguito, papá, madrastra y pareja que quiere adoptar) están realmente muy bien, con una naturalidad que da gusto y sostiene el asunto, que de otra forma podría ser una típica película hecha para el canal The Film Zone.
Nota melómana: en distintos momentos se ven posters o stickers de la banda canadiense DOA y de Black Flag. Además, el padre adoptivo dice haber tocado en sus viejos buenos tiempos (los noventa!!) en un grupo que “teloneó a los Melvins”. La banda de sonido es buenísima, con mucho indie pop acústico, entre el que es fácil reconocer a los absolutamente adecuados Belle and Sebastian.
Potencial banda de sonido: Ruder Than You (The Bodysnatchers)
Calificación: cuatro satélites
Someone like you. Si alguien no conoce el término “chick flick” sólo necesita mirar cinco minutos de esta película para saber a qué se refiere. Para ahorrarles la molestia, digamos que se trata de “films para chicas”, es decir comedias románticas bien rosaditas e indigestas para el sexo “fuerte”, aunque, por los tiempos que corren, pretendan ser “inteligentes”. Sex and The City, en el terreno de las series, resuelve bien esto de hablar de “cosas de chicas” sin ser abrumadoramente previsibles y cliche. Pero “Someone like you” no, para nada. Nadie puede creer un segundo en esta ingeniosa-modelito-productora de televisión que no consigue novio por ningún lado y que cuando lo encuentra la abandona no se sabe bien por qué. Mucho menos se puede digerir que la chica después se vaya a vivir en un estereotípico departamento neoyorquino con el galán de la producción del programa de tele en el que trabaja. De allí en más, realmente nada tiene sentido. Abandoné antes de la mitad.
Potencial banda de sonido: cualquier cosa que te haga olvidar de la película
Calificación: un satélite
Lacombe Lucien. Acá volvemos a levantar. Lo interesante de esta película francesa, de Louis Malle, es que muestra un lado poco visto de la Segunda Guerra en el cine: el colaboracionismo francés con los nazis durante la invasión y el fin del conflicto. Lacombe Lucien es justamente el nombre del protagonista, un chico de campo francés, sin muchas luces, que no nota gran diferencia entre unirse a la resistencia o a la “policía alemana” francesa, de apoyo logístico a los nazis. Y termina optando por lo segundo, así como quien no quiere la cosa. En mal momento, entre otras muchas razones, porque se enamora de una chica judía y porque los nazis están perdiendo.
Potencial banda de sonido: Well fancy that (Fun Boy Three)
Calificación: cuatro satélites.
Rescatando al soldado Ryan. Llegué bastante tarde a este “clásico contemporáneo” del género intitulado “película con Tom Hanks”. No se necesita decir mucho más para saber qué puede pasar en una película de guerra en la que este pibe hace de militar norteamericano desembarcando en Normandía. Bueno, en realidad sí hay un par de cosas que te mantienen prendido a la pantalla, como por ejemplo qué demonios pasa con el tal Ryan, pero no mucho más. El resto, son norteamericanos matando a tiros a unos alemanes bien arquetípicos, tipo cine de inmediata posguerra, que casi no hablan, y que cuando hablan sólo insultan o dan muestras de total inhumanidad. Por suerte Tom es bueno y ama a su país y hasta está dispuesto a dar la vida por el mundo e incluso por Ryan (al que busca en el frente de batalla para mandarlo de vuelta a Estados Unidos ya que sus tres hermanos ya murieron en combate; asunto del que un conmovido jefe de las fuerzas armadas americanas se encarga personalmente; sí, claro).
Entretenida, pero mejor mirar Lacombe Lucien.
Potencial banda de sonido: Original War (Chiflados)
Calificación: tres satélites.