El fallo sobre el "caso Clarín"? No. La confirmación de que Bianchi vuelve a Boca? Menos. Ustedes lo saben. Lo más esperado de 2012, a esta altura de las cosas, es... la Gran Encuesta Satélite-In-Blog!, el sonde de opinión que los melómanos, los analistas políticos, las amas de casa y los coleccionistas de estampillas aguardan religiosamente cada diciembre. Y en diciembre estamos, así que a votar, que esta vez, sí, parece que llega el fin del mundo. O no, pero, bueno, a votar igual.

Y las categorías son (simplemente compie los rubros dsiguientes y péguelos en su comentario debajo del post, con sus respuestas, desde ya):

1. Mejor disco extranjero:

2. Mejor disco nacional:

3. Mejor tema extranjero:

4. Mejor tema nacional:

5. Mejor show-concierto:

6. Lectura (libro, revista, website, etc)

7. Esta vez sí, en 2013 finalmente voy a...:

Síentase libre de votar más de un ganador en cada categoría. No hay problema, sale lo mismo. 

Siga participando.

Bueno, falleció Dave Brubeck, el pianista norteamericano del ultrarrecontramegaclásico de clásicos "Take Five", tantas veces versionado tanto en su formato original como en otros géneros, incluyendo muchas versiones, claro, a paso ska, como la muy buena de Dancing Mood, sin ir más lejos, que la ha tocado con Pablo Lescano. El tarck es pionero en eso de la síncopa, lo cual explica bastante por qué el ska lo adoptó tan fervientemente. Fue grabado en 1959.

Para ser más exactos, el autor de Take Five fue Paul Desmond, saxo del cuarteto de Brubeck, que parece que donó las regalías... a la Cruz Roja! Si el sistema de derechos de autor funciona bien, la Cruz Roja no necesita más plata!

Take Five es uno de esos grandes hitos, algo que es mucho más que un tema. En mi caso, fue la excusa para ir a Tower y comprarme el primer disco de jazz de mi carrera: Time Out.

Calculo que le habrá pasado lo mismo a muchos fans del ska, que les habrá picado la duda de quién sería ese Dave Brubeck, coresponsable de semenjante temazo que varias bandas de ska nos mostraron a su turno.

Entonces descubrías que la original obviamente más sutil, pero igual de hipnótica. Y que en el disco aparecían tantas otras joyas, como Blue Rondo.

No obstante, ni el propio Brubeck, creo, nunca pudo superar Take Five. Cuál será el misterio detrás de la inspiración, la genialidad de un momento? Qué será lo que un día cualquiera, sin ningún tipo de aviso, un hombre compone Take Five, y jamás volverá a alcanzar la misma intensidad, por más músico brillante que sea en todos los aspectos posibles? Nadie lo sabe. Lo único que se puede hacer, entonces, es cortar con todo por unos cinco minutos y escuchar, pero escuchar muy profundamente, "Take Five", o la prueba empírica de que una vida mejor es posible... aunque sólo dure cinco minutos antes de volver a lo de antes.

Saludos.