Tenemos mucha, mucha suerte, con Satélite Kingston. Lo digo por muchas razones. Pero, en particular, por lo que vivimos el domingo pasado. Tocamos a la tardecita en el patio del Centro Cultural Konex y la verdad es que la pasamos increíblemente bien. Fue una de esas fechas, una de muchísimas, afortunadamente, de las que nos vamos con una indisimulable y unánime sonrisa tatuada en la cara (qué imagen más rara). Vieron cuando todo les cierra de una situación? Aire libre, atardecer, buen lugar, buen sonido, buen público, buena otra banda (Flor de Mambo, orquesta a lo Pérez Prado, por simplificarlo así, en la que soplan tres actuales Satélites y le pone alto groove un estimado ex Satélite), cerveza fría en el camarín, mucha familia, muchos amigos, mucho ambiente de vacaciones…
Mucho de todo, pero tranquilo. Y una curiosa particularidad: había mucha gente sacando fotos. Digo, desde amigos, hasta “profesionales” o algo así. Y la verdad es que parece que había algunos muy buenos, eh.
Para mejor, aunque no esté ya Satélite, Flor de Mambo seguirá tocando todos los domingos de este mes, en el mismo lugar, con otras bandas invitadas.
En serio, la pasamos muy, muy bien. Después del último tema, estuve tentado de agradecer, como lo hago ahora, y de aclarar que no somos mala onda sino simplemente tímidos e introvertidos. Pero… no me animé! Profecía autocumplida.
Ahora, probablemente no toquemos por un tiempo, más corto o más largo. La idea es terminar de armar lo que sería un próximo disco. Quién te dice.
(fotos de Lucas Biagiotti y Pamela Corvalán)