Texto, fotos y video por Chikito
Especial para Satélite-in-Blog desde UK
Tras los largos meses de espera para este histórico espectáculo, simplemente todo estaba predestinado para que una noche perfecta. Antes que nada, tenía que encontrarme con mi amigo Jorge, que venía desde Barcelona casi exclusivamente para el evento. Mientras estaba esperando el tren en la plataforma, me sorprendió el siguiente texto en mi celular, enviado por Ticket-Web: “This evening’s Specials event is unaffected by last night’s postponement of the same event at the O2 Academy Brixton and will go ahead as scheduled" (el evento de Special de esta noche no se ve afectado por la cancelación del de anoche...) Por unos segundos mi corazón se aceleró, pero no había nada que temer, por suerte. Qué carajo había pasado la noche anterior es algo que ni quería averiguar; ¡me sentía muy contento en mi ignorancia! Sin embargo, luego Terry se encargaría de pedir disculpas por lo sucedido: al parecer tuvo una infección en la garganta (anginas, supongo) y los médicos le recomendaron descansar.
Terry Hall es un personaje único. O tal vez diría que creó un personaje pocas veces visto, lo cual me cae muy bien… y confieso que fui dispuesto a observarlo. Ya desde el primer instante, al ver caer la tela traslúcida con los primeros acordes, la banda arrancando a pura energía, el publico saltando en absoluto delirio... ¿Y Terry? Sentado al pie de la batería, quieto, con la mirada perdida en el suelo, como si nada de todo esto estuviese pasando. Luego se levanta, camina lento hasta el micrófono y comienza su show. Durante la hora y media, por momentos da la impresión de que está incómodo ahí arriba, camina, va y viene, no se queda tan estático como pareciera. Increíblemente, entre tema y tema es uno de los que más habla de la banda. Hace chistes muy raros, poco entendibles, habla de fútbol, patea una pelota al público y hasta casi se emociona en el momento en que especialmente agradece y comenta que es un tremendo honor para ellos estar festejando sus 30 años con este tour. Algo que también Lynval no paraba de recordarnos, que esto era sobre todo una celebración, un cumpleaños.
En cuanto a la música, ¿qué puedo decirles que no sepan o que no hayan visto en youtube? Creo que casi nada. Tocaron todo el primer disco menos Stupid Marriage. Del segundo dejaron afuera varios más, y luego tocaron todos los súper clásicos, como solían hacerlo en vivo tres décadas atrás… Ghost Town, Skinhead Symphony y alguna que otra más. No faltó ninguna de las que todos conocemos.
El estadio, muy bueno, cómodo, del tamaño justo; se ve bien de todos lados, y una de las cosas que más disfruto de este país: la prohibición de fumar en lugares cerrados, lo cual se cumple en un 99.9% (¡vi una sola persona fumando!). La banda soporte que tocó se las debo. En un momento me acerqué a ver de qué se trataba, pero no tuve paciencia – lo siento! Opté por tomarme unas birras en el hall de entrada, decidiendo qué remera comprar, observando personajes, charlando, etc.
El público fue bastante heterogéneo, como suele serlo en estos shows. Por supuesto, había gente muy jóven, pero eran la minoría. Me animaría a hacer la siguiente división entre los asistentes: los que ya habían visto a la misma banda hace 30 años y los que, como yo, estaban debutando. Por supuesto, entre los primeros figuraba el típico rude boy inglés (en cantidades industriales, claro), también el skinhead, mod, punk, y otras tribus, la mayoría compuesta por muchachos rondando los 50 años – felices como fans!
Si se preguntan por el título de este post, los invito a ver las fotos y descubrir que no es un invento mío. La misma frase está impresa en una de las remeras del merchandising oficial de la banda. Muy llamativo y cómico por cierto.
En conclusión, Los Especiales no me defraudaron en lo más mínimo. Lograron lo que no pensé que lograrían, y esto fue hacerme olvidar de la lamentable ausencia de Jerry Dammers. Ojalá esto no quede acá y podamos ver pronto a la banda completa y por qué no tener un disco nuevo. Total, soñar no cuesta nada…