Decir esto en días mundialistas puede ser subversivo, peligroso. Pero lo voy a decir igual: cuando veo a esos tipos con pelucas celestes y blancas llorando y gritando por un gol, cantando desaforados… no los entiendo. Incluso me cuesta entender qué podemos tener en común ellos y yo. Ojo, no estoy hablando de los que siguen los partidos de la selección o que incluso se emocionan o hinchan o gritan un gol. El fútbol está buenísimo y el Mundial es una fiesta en ese sentido; todo bien, yo soy uno más. No soy nada especial, ni tomo distancia. Estoy hablando de los más sacados. A esos no los entiendo. Sí entiendo más a las hinchadas de clubes, en todo caso; y cuando más sufridos, más chicos los clubes, más puedo empatizar con su desahogo. Ahí sí.
Pero no entiendo a los que se vuelven locos con la selección. Esos a los que, de algún modo, parecen apuntar las peores publicidades que nos toca ver en estos días. Ellos tienen la culpa.
Claro, tengo que reconocer que nunca fui un gran espectador deportivo. Miro una cosa u otra, cada tanto. Pero no le tengo ni el gusto ni la paciencia al tema, no de manera "regular". Aunque un buen partido de algo (fútbol, básquet, tenis, béisbol o pelea de box) cada tanto, matizado con dosis zapping, está muy bien.
Dicho esto, reconozco que no pude dejar de seguir los playoffs de la NBA este año, que finalmente los Spurs acaban de ganarle a Miami. La NBA tiene montado ahí un gran show, sin duda, el nivel atlético es impresionante y por todo eso engancha a millones de personas en todo el mundo. Soy uno más, no habría nada de raro en eso. Y, sin embargo, la verdad es que creo que sí hubo algo especial en estos espectaculares y dramáticos partidos que acabamos de ver.
Para el que no está muy al tanto, digamos que la noche del domingo (después de Argentina-Bosnia) los Spurs, de San Antonio, Texas, terminaron de imponerse en la serie de siete partidos con Miami Heat, cerrándola en el quinto con un 4 a 1. Durante todos esos partidos, el equipo de Ginóbilli mostró un juego exquisito, metiendo una cantidad de pases ridícula y metiéndola desde todos lados, con rotaciones constantes, totalmente “anti estrellas”, anti individualismos, con una fluidez que dejó impotente a los Heat, justamente un equipo al que lo podría caracterizar por su enorme potencia. En otras palabras, los Spurs ganaron exhibiendo la anti… tradición de la NBA.
Vale la pena detenerse un poco, entonces, en quiénes integran los Spurs. Todos conocemos a Ginóbilli, argentino. El hombre compone un ya legendario trío con Toni Parker, que es francés, y el anglo-caribeño Tim Duncan, nacido en las Islas Vírgenes, pero de familia proveniente de Anguilla. Luego están Splitter, brasileño. Mills, australiano. Belinelli, italiano. Boris D, francés. Para encontrar un norteamericano hay que enfocar a la revelación de la temporada: Leonard. Leonard es negro, creo que californiano. Prácticamente no habla. Tiene sólo 22 años. Hace cuatro, su padre fue asesinado en un incidente no esclarecido.
Bueno, esos son más o menos los Spurs. No exactamente el perfil de jugador, becario de universidad norteamericana, que (lógicamente) domina la norteamericana NBA, la elite absoluta del básquet mundial. No exactamente el perfil de ganador americano. Vean la mirada siempre extraviada y melancólica de Duncan. Al sacado de Ginóbilli. Al antihéroe de Parker... En fin.
Por eso, si bien cualquier serie de playoffs tiene su carga emotiva, esta en particular tuvo algo extra, un gran extra. Los Spurs son étnicamente distintos. Y son técnicamente distintos.
Pero hay algo más. Hasta el festejo fue diferente. Lejos de enloquecerse y quemar el estadio, cuando terminó el partido, había que ver a estos tipos simplemente con unas contenidas lágrimas en los ojos (algunos) abrazándose con sus compañeros de a uno, pero… con una lentitud curiosa, como buscando sentir a fondo el momento, pero sin estridencias absurdas, sin ruidos innecesarios, más bien cerrando los ojos y respirando profundo para guardarse el momento para siempre. Agarrándose fuerte de los hijos, en algunos casos. En serio, lo vi así.
Me aburren las crónicas deportivas que pretenden hablar en términos épicos de cualquier cosa. Pero, la verdad, el final de estos playoffs me causó una impresión bien distinta. Seguro que tiene que ver que ahí juegue “un argentino”, y con identificación lógica que eso implica. Pero hubo algo más, al margen de eso. Como que algo bueno, lindo y sensible pasó ahí. Y confío en mí mismo porque sé que no soy tan fácil de embaucar en términos deportivos…
Comments
Justo conversaba con alguien lo del argentino, ya que el país de uds. figura a nivel deportivo (y por razones obvias) en fútbol ...
San Antonio Spurs es un equipo impecable. A mi el futbol y el basket me gustan mucho, incluso más que el béisbol. Lo que pasa que aquí el béisbol es tradición y en eso, hay muchísimos venezolanos destacados a nivel mundial.
Todo lo que tenga que ver con creaciones de jugadas, es más fascinante que un home run y cuatro personas corriendo...aunque al darse los juegos entre rivales, es emocionante... un juego de béisbol de Caracas-Magallanes es equivalente quizá a un partido Boca-River... ni hablar de tooodo lo que se factura... sendo negocio, sendo marketing, pero que de alguna u otra forma, ayuda a distraerse de tantas cosas, aunque a veces eso no sea del todo bueno...
Saludos.
Alguien puede recomendarme lugares para comprar vinilos en NY? Daniel tal vez?
Discos en NY:
* Deadly Dragon 102-B Forsyth Street
www.deadlydragonsound.com
* Bleecker Bob,s records, 118 West 3rd Street
* Generation records 210 Thompson Street
* Other Music (clásico total) - 15 East 4th Street (casi esquina Lafayette; en frente tenía un megafuckingtower records gigante; Tower se fundió, Other Music sigue ahí, vendiendo sus disquitos).
Si estás por viajar, esto que escribí te puede servir!
A pesar de su corta extensión, St. Mark's Place es una de las calles con más historias en Nueva York. Es absurda la cantidad de cosas que ocurrieron durante los últimos cien años en las cuatro cuadras de recorrido que esta calle toma prestadas de la 8, en pleno East Village, uno de los barrios tradicionalmente bohemios de Manhattan.
Allí residieron vecinos ilustres tan dispares como León Trotsky y el comediante Lenny Bruce; ocurrieron legendarios asesinatos de la mafia italiana; estuvo la primera escuela de cocina de Estados Unidos; se hizo la toma de la tapa de Physical Graffiti (en esta página, la portada y el edificio, con turistas), el discazo de Led Zeppelin; se grabó un video de los Rolling Stones y Andy Warhol organizó los primeros shows de la Velvet Underground; tuvieron su sede antros de distintas épocas como el club de jazz The Five-Spot, el Electric Circus y el Club 57; hicieron algunas de sus primeras muestras Keith Haring y Jean-Michel Basquiat...
St. Mark's Place, eje transversal del East Village, fue una locación clave para fenómenos de la cultura joven como el hippismo en los años 60 y el punk entre los 70 y 80. En su recorrido, incluso mencionado en canciones de Lou Reed y Tom Waits, se alinearon boutiques (Trash and Vaudeville, Limbo), librerías (St. Mark's Bookshop) y la gloriosa tienda de discos y videos Kim's Video and Music, entre otros notables minoristas contraculturales.
La pintoresca St. Mark's comienza en la intersección con la avenida 3 y termina en la avenida A, justo al cortarse en la plaza Tomkins, conocido refugio en los 80 y 90 de punks, homeless y también punks-homeless, ahora con espacios cercados, sectores especiales para perros, nuevos juegos infantiles y un aspecto bastante más civilizado.
También la calle en sí muestra hoy una cara diferente de la que le dio fama. A primera vista, algunos signos contraculturales permanecen allí en negocios ligeramente curiosos. Sin embargo, vistas un poco más de cerca, las vidrieras parecen más bien llenas de suvenires de otros tiempos para turistas nostálgicos de un pasado que nunca vivieron personalmente.
La ausencia más notoria, claro, son las disquerías, debido a la transformación no sólo de St. Mark's, sino de todo el mercado de la música. Muy cerca, no obstante, en la calle 4 y Lafayette, siempre en el mismo radio de influencia, sobrevive estoicamente Other Music, casi un estereotipo de la pequeña disquería para melómanos. Lo curioso es que durante muchos años, justo frente a Other Music se levantó, orgulloso, uno de los grandes locales de la cadena Tower Records.
¿Cuántos peatones, al pasar por allí, habrán sentido lástima por la modesta Other Music, acorralada por el implacable gigante de las bolsitas amarillas? Pero hoy ya no hay Tower ni en Manhattan ni en casi ningún otro lugar del planeta, y Other Music despacha CD y vinilos como en sus mejores tiempos. Y ocurre algo muy raro: quien haga la prueba, en la esquina de 4 y Lafayette detectará una señal de Wi-Fi con el nombre de Tower Records.
¿Actividad paranormal? Imposible saber si al abandonar el barco la gran disquería dejó atrás un router encendido o si se trata de una burla de un actual vecino o del mismísimo destino o de algún fantasma de Nueva York..
Totalmente offtopic ... cada vez que lo veo, me pregunto si no es Dani Lozano
http://www.wired.com/wp-content/uploads/2014/06/amazon-phone-getty-660x439.jpg
ahora si, on topic, las publicidades esas del mundial no me generan absolutamente nada, soy yo solo creo a veces, pero ademas de malas son repetidas.
Alguien vió un documental llamado The F word o algo así? de punks de california?
Yo lo vi, y la verdad es que no me gustó mucho. Es entretenido y, si te gustan las bandas que aparecen, está todo bien. Pero cinematográficamente... parece como un documental hecho para televisión, no? medio "plano"... Hay un par de personajes buenos. Pero el cantante de Pennywise (?!?) armando la valijita para "irse a trabajar" de tour y despidiéndose de los nenes en una típica casa suburbana de clase media, creo que habla peor de él de lo que se imagina...
comparto la apreciación del documental y del personaje, aunque para mi no lo mató tanto eso, me pareció honesto aunque si me parece que hay una parte que no estamos viendo. El documental hasta pareció largo por partes, pero si y bastante chato el tema, de todas formas me llamó la atención un par de personajes para mi poco conocidos como el pibe este de pennywise y algun otro mas. Me enganché por una frase del spoiler de un documental de fishbone que decía algo así como "el intento de ser punks aun siendo viejos"
Hablando del mundial, ayer vi en fb un video de gente festejando en el barrio las cañitas, y no se qué programa de tv haciendo notas a la gente, eufóricos, entonando "Brasil decime que se siente..." Etc
Hacia mucho no sentía tanta vergüenza ajena. Soy el único???
No sólo la "gente" canta eso de "Brasil, decime..." sino que lo cantan los mismos jugadores, como se vio en un asado que hicieron un par de días atrás. Igual, Chikito, realmente eso no es nada de nada, al lado de esto:
http://www.youtube.com/watch?v=Tu0J8TdjRoA
(vos jugaste al básquet, Chikito alguna vez?)
en otra vida daniel, yo fui Pivot!!
La verdad es que nunca se me dio el básquet. Siempre fui un futbolista mediocre: literalmente, bien de mitad de tabla, ni un crac ni de madera total, uno del montón, pero con días más inspirados que otros. Jugué también al baseball, al tenis y al hockey, con dispares resultados, pero casi siempre el factor común de lo intrascendente. Los secretos del básquet y el voley siempre me fueron negados...
Yo jugaba handball. Era bueno pero vago para entrenar según me han dicho.
Lo de fantino es impresentable.
http://www.pasionlibertadores.com/noticias/Pirlo-se-dejo-la-barba-por-un-actor-de-Hollywood-Chuck-Norris-20140620-0027.html
esto es grosso
Hacen dopaje antes de las transmisiones deportivas? A este parecen haberle dado de la mala.
no había escuchado este relato, no aprendemos mas no?
Yo soy re futbolero, es fascinante. Ademas los mundiales me ponen en modo "patriot". Salute