Difícil imaginar alguien más alejado de cierto estereotipo de jugador de póquer profesional. Porteño, treintañero, pelilargo, entre adormecido y alerta, entre distraido y astuto, Cristian (que no se llama así ni quiere que trascienda su verdadera identidad) llegó el sábado último al torneo de póquer que organizó el hotel Conrad, de Punta del Este, con barba de varios días, jeans de corte moderno, zapatillas blancas y buzo con capucha, más producido como para ir a bailar.
Tuvieron que llamarlo varias veces para que finalmente corriera a ubicarse en su mesa (de rodillas sobre la silla) en la primera ronda de la jornada. ¿Quién diría que es el mismo que embolsó acá hace algunos meses más de 150 mil dólares en un torneo parecido? Sin duda, sus adversarios no se dejan llevar por las apariencias y más de uno lo señala, por lo bajo, como uno de los mejores. Y él, cuando se le pregunta qué hace aparte de jugar a las cartas, mira fijo y responde: Yo vivo de ésto.
Es uno de los 121 argentinos en el total de 303 jugadores (unas treinta mujeres), que volaron a Punta por el Gran Torneo Internacional de Poker, clasificatorio para la World Serie que se disputará en julio próximo en Las Vegas. El resto de los lugares los ocuparon 182 brasileños más algunos uruguayos, paraguayos y chilenos. Cada uno pagó 1000 dólares de inscripción (y 1000 más en caso de ser eliminados y querer reengancharse) tentados por los 350 mil en premios, por la clasificación para Las Vegas (con vuelo a Estados Unidos incluido) y, claro, por el desafío de ganarle a algunos de los más hábiles del Mercosur.
Globalización real
Hay un antes y un después de las transmisiones de póquer por el canal deportivo ESPN, que justamente le dieron exposición global a la Serie Mundial de Las Vegas, donde todos quieren ir, así como todos los futbolistas sueñan con meter un gol en Alemania. Y en torneos como el del Conrad se nota que muchos de estos jugadores pasaron horas mirando a sus colegas norteamericanos, tanto que se mimetizaron con su look de ropa sport a directamente deportiva, gorra de béisbol y anteojos oscuros (aunque el salón no tiene siquiera ventanas). Hay camisetas de fútbol, el infaltable modelito con frase en italiano (La squadra sta crescendo) y hasta una remera del espiritual maestro de la guitarra Santana.
"Estos campeonatos existen desde hace cien años, pero lo de ESPN pontenció mucho toda la movida del póquer –explica Brian Hunter, director del torneo–. Hay cada vez más participantes y cada vez copian más lo que ven en televisión, como las gorras, los lentes negros o los auriculares."
A pesar del engañoso nombre, Brian Hunter nació acá cerca, en Maldonado, pero vivió varios años en Nueva Jersey, donde se familiarizó bastante con las cartas. Experto, explica que parte de esta moda póquer tiene que ver con una estrategia para ocultar el juego, disimulando por todos los medios cualquier expresión autodelatora. Al extremo de escuchar música con un reproductor de MP3, para distraerse y no traicionarse al mirar las cartas recibidas.
Pero lo de la cara de póquer es un mito. U otra tradición superada. Lejos de permanecer inmutables, algunos jugadores optan por exagerar entusiasmo. Anuncian que apuestan todo y se levantan de su silla aparentemente ansiosos, como si fuera inevitable que en instantes levanten todas las fichas de la mesa, aunque en verdad su única chance de ganar es que, intimidados, todos los demás pasen.
Como en Las Vegas, en numerosos sitios de Internet y en ESPN, (y también en Celebrity Poker Showdown, el programa en el que apuestan famosos, del canal Sony), acá se juega Texas hold’em, la modalidad de póquer más común hoy, especialmente en casinos de los Estados Unidos. En términos muy simplificados, se caracteriza por repartir dos cartas a cada participante, que debe armar juego con otras tantas cartas descubiertas y compartidas sobre la mesa.
"En este tipo de campeonatos hay más azar que habilidad", opina Cristian, pocos minutos antes de dar pruebas de su afirmación: favorito de la legión argentina, es el primer eliminado de la rueda clasificatoria, sin importar los 150 mil que ganó antes. "Juego muy agresivo", dice, después de hacer el clásico gesto del degüelle moviendo la mano derecha de lado a lado de su cuello.
(continuará)
Comments
Pues acá estamos en nuestro torneo del prestigioso Banzato's Palace. En este sitio de lujo ocurren las international ska poker series. La modalidad que elejimos no podria ser otra: Rotten Apple's Hold'em, que consiste en ocultar bajo piernas - o donde les parezca mejor - las mejores cartas. Tadeu está con su infaltable cara de tonto. Denis, lento como una tortuga, siempre pierde la chance de apostar en la hora correcta. Yo, seguramente, ganare esa ronda más y llegare en mi casa con otros vinilos más de la coleción del gordo. Solo tengo que esperar que Tadeu ponga en la mesa su vinilo de Israelitas, de Desmond Dekker, edición argentina de sesenta y pico. Como quiero esta joya. Apuesto todo cuando llegue este disco en la ronda, sin ver las cartas. Ganare, obviamente. Continua...
Viciosos y podres,, mis amigos... Disfruten la victoria a las cartas, que será difícil ganar a otros juegos. Por ejemplo, con pelotas y arcos y chucrut y...
Daniel:
Estuve escuchando el disco. Los felicito. "Washigton" tranquilamente podría estar en la banda de sonido de "Everithing is iluminated"
Salut
Me gustó e intrigó tu comentario. Confieso que no vi la película. Pero busqué el sitio y está buenísimo:
http://wip.warnerbros.com/everythingisilluminated/
De cuándo es? por qué te pareció que ese tema podría estar en la película?
Estoy genuinamente intrigado. Hasta ahora sólo me habín dicho que "Perdimos" sería un buen tema para musicalizar una derrota de nuestra selección en el Mundial.
Daniel:
La pelicula es del 2005. Estuvo pocas semanas en cartel. Trabaja Elija Wood ("Frodo"). La pelicula es una road movie que transcurre en Ucrania, Estonia o algun pais de la ex URSS. Muy buena.
La banda de sonido es dificil de conseguir, asi que me la tuve que bajar. Es una mezcla entre polka, ska, goran bregovich y la non smoking orchestra. Si escuchas la banda de sonido te vas a dar cuenta de porque podria estar "Washington". Aparte el timbre de voz de Jon Meyer es muy parecido al gitano que canta la mayoria de las canciones.
Buenísimo, tengo que verla pronto. El site está muy bien, también.
Gracias! le voy a decir a Jon, the Gipsy Rude Boy
d