Tremendo fin de semana. Peixoto, Maxado y su banda paulista (incluyendo al no brasileño Victor Rice y, acompañando, Bruno, del sello Radiola) llegaron el jueves pasado. Esa misma noche hicimos un ensayo en Tixa y terminamos con parrillada de cualidades desparejas en otro mito porteño: Lo De Charlie, sobre Alvarez Thomas. Viernes, show en un lugar al que nunca había entrado en mi vida: New York City, gentileza de las fiestas Bubamara. Los brasileños estaban en llamas…
El sábado, acústico en el siempre generoso programa de radio Pelagatos y cena en Besón, el restaurante que todos deberían conocer, donde cocina nada menos que el baterista de Satélite Kingston. Domingo, en combi hasta Ramos Mejía para una memorable noche conurbana junto

con Sayonara Bastard (otra revelación 2010) y Diega And The No Vocals; música, brindis y conversaciones en castellano, portugués, inglés y un cuarto idioma que era mezcla de los otros tres.
Cuando parecía que no se le podía pedir más a la vida (amigos, viajes, música, comida, bebida, etc, etc), llegó el lunes. Y con el lunes, la fiesta Afrolunes, en el Uniclub, del Abasto. Vaya sorpresa para los paulistas: sitio a full y un último concierto para desear que siguiera otra media docena, con varios Satélites como invitados, el (nuevo?) guitarrista de Skatalites y la cantante brasileña Miranda Kassin haciendo Monkey Man a la Amy Winehouse. Les aseguro que el final de Peixoto e Maxado con “Build Me Up Buttercup” (Four Tops) nos hizo sentir que estábamos en River, más que en Uniclub.
A las tres o cuatro horas, la mayor parte de la banda estaba a punto de embarcarse un avión, otra vez. Todo eso en un único y tremendo fin de semana.