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  • Fan fest: Specials en Chile!

    (El 15 de marzo pasado, The Specials tocaron por primera vez en Santiago de Chile sin pasar por Buenos Aires. Por eso, no pocos fans porteños, de la primera hora, viajaron hasta Santiago para verlos. Leandro fue uno de ellos y acá cuenta cómo le fue)

    Por Leandro Galindo, especial para Satélite-In-Blog

    Para todos los que alguna vez lean esto, no voy a explicar lo que una banda que solo tiene dos discos de estudio y un EP de hace 30 años significa, sino lo que este viaje, "el viaje", significó.

    the-specials-foto-lollapalooza-chile-carlos-muller-4066.jpgPara mi, empezó en diciembre. No sé si lo leí o me dijeron o me llamaron. No estaba muy confirmado pero la noticia era que The Specials tocaba en el Lollapalooza de Chile y no en el de Argentina, para el que mi hijo me había pedido entradas apenas se comenzaron a vender. Empecé a preguntar y efectivamente era así. Qué oportunidad, no podía dejarla pasar, no podía especular ni un segundo si iban finalmente a venir o no. Después de pensarlo dos días, decidí ir, sin preguntar, sin nada. Dije "me voy" y punto. Si venían acá los vería dos veces y ya.

     

    En el medio de esa calentura, le dije a mi hijo que me acompañara y me dijo que sí, algo de lo que después me tuve que retraer y me dolió mucho. Cuando decidí irme empecé a llamar a uno por uno y decirle "me voy, venís?". Y les di un plazo corto para decidir. Me puso muy contento que los que podían ir y dijeron que si, y triste por los que no pudieron y dijeron no. Más triste fue entender que me iba con 4 o 5 amigotes y no había lugar para mi hijo en las actividades de adultos, así que le tuve que dibujar una disculpa dolorosísima. El que es padre moderno sabe que son los amos que dominan y de la que aún estoy en deuda.

    El viaje empezó buscando vuelo, entradas y habitación, eso era fundamental para mí, el resto se vería. Con el tema del vuelo, al principio iba a irme el viernes y volver el lunes, pero en algún momento se confirmó que tocaban el domingo, así que decidimos volar el sábado, supongo que limpiando la culpa de quitarle nuestra presencia a las familias. Los que viajamos juntos somos padres, esposos y estamos llenos de obligaciones y deudas, por lo que un viernes a la noche significaba un montón. Confieso que el tema de si tocaban un domingo o sábado me tenía preocupado, pensé que esto podía modificarse a cada momento y que tendría que salir corriendo a cambiar pasajes de urgencia. Menos mal que eso no se ocurrió.

    Diciembre fue un mes loco.

    Me encontraron una piedra en la vesícula, que decidí sacarme en enero. Por mi trabajo, todos quieren “cerrar” antes de las fiestas. A fin de año tenía un viaje familiar, en enero me operaba, febrero vacaciones, marzo el viaje a Chile. Una semana después, fin de semana de música, para un obsesivo como yo cualquier cosa podía salir mal y me pondría del peor humor. Como además de obsesivo soy previsor quería dejar todo listo. En el medio de esto, un compañero de primaria al que le había comentado y al que invité me dijo “voy”, así que además tenía que coordinar entre diferentes grupos de personas que no se conocían.

    specials chikle.jpgEn el afán de hacerlo lo más barato posible estuve dos días intentando sacar entradas por internet con un rut chileno, tarjeta argentina y un descuento del 20% por VTR, hasta que el sistema me ganó y terminé sacando la que me vendieron, que resultó salada para nuestros bolsillos. Cerré el viaje en diciembre, listo, me voy.

    En enero me operé, rompí mi auto mal, después vacaciones, volví y empezó a acercarse el viaje. Cada vez más nerviosos, tuvimos una zozobra con el tema del hotel porque me habían prestado un lugar para 4 o 5 que nos dividió las aguas y nos hizo discutir al pedo. Caí en la cuenta de que soy un viejo choto, no escucho a la gente y me caliento al re pedo, soy viajero mañoso a esta altura y burgués hace tiempo, no puedo ni negarlo ni corregirlo y sinceramente no me interesa, sería igual aunque no tuviera las posibilidades.

    Dias antes del aéreo, LAN hizo paro y con los nervios esa boludes resultó en otros miedos también, pero era imposible no viajar. Me dijeron “voy a estar tranquilo cuando esté allá”. Se levantó el paro, todos mas tranquilos.

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    La semana del viaje no dormí bien, el viernes a la mañana pasé mensajes entre Chavi y Cotter (Ska Beat City), ambos volando a Santiago. Viernes a la noche mensajes de ambos con kilombos en el hotel acordado. Viernes fue un día largo, me levanté temprano, me acosté a las 2, me desperté a las 6, estaba todo cronometrado para pasar a buscar a uno a las 8, a otro 8:20 y al tercero 8:25, llegar a Ezeiza, entregar el auto, hacer el check-in, esperar al 5to pasajero, embarcar. Todo muy justo pero ensayado a full, con lo cual pasar al freeshop fue la gloria, ahí se dio la primer gran discusión: se compra gin o vodka? Resultando ganadora la postura gin Y vodka, más un Jack Daniels, algo que no había tomado en mi vida. En el avión aparecieron unas botellitas de licor, todo sobre rieles.

    Llegar a Santiago fue un tema.

    Aterrizamos todos menos una valija, lo que hinchó los huevos durante todo el viaje, igualmente el viajero mas allá de la calentura se lo tomó muy bien y no jodió en absoluto con el tema, para autocomplacerse se sacudió con electrónicos a precio Miami. El segundo tema fue movernos. Fuimos a ver si encontrábamos un auto para alquilar y todas las agencias dijeron que no tenían, autos agotados, insólito. Apareció de la nada un tal Raúl que dijo “tengo uno que si los cinco no entran cómodos, no me lo pagan”, así que nos fuimos en el Jac modelo JS24F32 que tenía un código para poner en marcha, auto chino imitación algo indefinido.

    GPS mediante llegamos al depto que nos prestaron, buen lugar en estado de semi-abandono-post-adolescente nos instalamos y nos fuimos de shopping a donde encontramos a Hernan y Gaby (Los Chiflados), Hernán con su respectiva familia y Gaby con amigo, primer momento de gloria: reencuentro con charla y cervezas, momento como hacía por lo menos 10 años no teníamos, todos viven lejos ahora y se extrañan un monton. Segundo momento, canje de papelitos por entradas para el domingo.

    terry.jpgSábado a la noche, organización del gran Chavi mediante whatsapp o internet, todos cansados y medio a regañadientes algunos subimos al auto y fuimos a la zona de Bellavista, en la esquina citada (restaurant Galindo) empezaron a caer personajes, conocidos y conocidos de conocidos, terminamos 12 o 14 cenando en un restaurant mejicano, con Sabina y otros famosos. Momento de gloria número tres … una cena a recordar. De ahí la comitiva caminó unas cuadras por esa especie de San Telmo chileno hasta el bar reggae de uno de los Gondwana, donde nos convidaron cervezas a granel y pudimos interiorizarnos del movimiento nocturno santiaguino.

    3am, vuelta al depto, dormir mal y despertar sin desayunar.

    Domingo dia D.

    Había que canjear entradas por pulseritas de colores, la comitiva partió al evento temprano, llegamos al parque tipo 11, canjeamos las pulseritas y buscamos un desayuno de campeones, que consistió en jugos varios, sándwiches, café abundante y empanadas de champignon (11am y mas de 30 grados), el mejor brunch en tiempo, en bancos de plaza. De ahí al evento.

    Chapó a la organización de Chile, no sé si es la mano dura heredada o qué, pero todo en correcto orden, o al menos esa fue mi impresión totalmente subjetiva, comparado con el de acá, al que fui esta semana a años para la cantidad de gente, las pulseras tenían un chip que te habilitaba el ingreso al predio, todo indicado con carteleria, organización que indicaba dónde, cuándo y cómo, y así entramos al predio realmente enorme. No sé para qué se utiliza, pero en el centro hay un playón de cemento del tamaño de un par de canchas de futbol donde estaban los escenarios principales, a lo lejos se distinguía el domo del Movistar Arena, un lugar imponente.

    Debido al calor se fijó campamento debajo de unos árboles y los grupos se fueron de excursión hacia diferentes actividades del lollapalooza, resultando la preferida la provisión de comidas y bebidas sin alcohol, que estaba implementada con la compra de unas fichitas que se cambiaban por víveres, 1 ficha 1 coca, 2 fichas pancho and so on. Al campamento apareció el gran Victor y otros compañeros mas. 35 grados mas o menos a esa altura. Escuchamos alguna banda de la que creo no recordar nada.

    14:15hs tocaba Lumumba, vamos a ver a Fidel y familia, no teníamos mucha comunicación entre nosotros, pero seguro había alguien más, así que ahí aparecieron Hernan y Gaby, vimos dos temas o tres, los nervios ya eran muchos, 14:35 abandonamos a Lumumba y nos fuimos caminando hasta los Specials.

    15:00hs, la boca seca, los nervios y la emoción de a montón, más amigos como Jerry y María. 15:10hs falta poco, algunas fotos, mirando detalles del escenario, más nervios, poca gente; gracias, así llegamos a unos metros. 15:15hs algún tema con el teclado, no empieza, que empiecen ya. 15:20 se asoma Bradbury. Tuve 20 años toda la hora siguiente.

    Me llevo del viaje más ganas de verlos aún que las que tenía cuando fui. Realmente no me importó si eran cuatro los que quedaban, me hubiera gustado ver a Radiation, asi como me hubiera gustado verlo a Jerry. No me importó nada, tocaron los Specials y me parecieron maravillosos.

    Terminamos el domingo en una sandwichería buenísima, con cervezas y comida, que fué dificil encontrar. Ya en el depto me tomé medio vodka y finalicé en un estado para olvidar, pero estaba contento y no me importó. El viaje de vuelta fue toda otra historia, que incluye los 5 días que me duró "Nite Klub" en la cabeza.

    Agradezco a los compañeros de viaje que me soportaron, a Chavi que es un groso, a Cotter... Saludos a los que no veo tan seguido y a los que conocí allá y ahora son compañeros de este viaje de por vida.