and sometimes you just get lucky. maybe too lucky. You press the right button and... you are suddenly jazzed up to a 5th floor looking over Central Park. There's a little stage and there are instruments, like a piano. And then jazzmaican genious Monty Alexander comes out and sits in front of the goddam Steinway and you just need to let go and enjoy, quietly, humbly, embracing it, treasuring it on the spot, for ever.

The Crabs Corporation

Bright lights, big city

Con toda su intensidad, sus multitudes, su vértigo y hasta su mal genio, Nueva York sigue siendo una ciudad amigable. Por varias razones. Hablamos de Manhattan, en realidad, que es la isla de la que sobre todo los turistas hablan cuando hablan de Nueva York. Manhattan, entonces, no es demasiado grande. Y tiene un trazado muy claro y fácil, con sus avenidas de este a oeste y sus calles numeradas de sur a norte, con un sistema en el que es imposible perderse. Por otra parte, es una ciudad que cualquiera conoce muy bien desde mucho antes de pisarla por primer vez: películas, series, clips, hasta tapas de discos ya la han mostrado hasta el hartazgo una y mil veces. Imposible llegar a NYC y no sentir un tipo de deja vu. Particularmente en lugares como Broadway, Times Square, Wall Street, Central Park, Rockefeller Center… O cualquier barrio, en verdad, incluso el más insulso, que nos puede recordar a Seinfeld o a una de Woody Allen o a los Beastie Boys o a otras miles de referencias de cultura pop del último medio siglo. Ni hablar de Lou Reed...

La ciudad siempre está en movimiento. Y en un punto es como rencontrarse con un viejo conocido. Es una noche más y ahora mismo está el show de David Letterman, que hace décadas graba su programa en un teatro de la misma Broadway, y el invitado es Pete Townshend,  presentando su nueva biografía, “Who I Am”.

Central Park aún mantiene los colores del otoño, pero, será por los primeros fríos intensos, el parque está muy tranquilo. Es increíble estar en pleno Manhattan, o sea en el centro del centro del mundo, y que no pase un alma y que tu única compañía sea una ardilla que te mira fijo, tratando de adivinar si le vas a tirar algo parecido a comida o no.

Times Square, una vez que el sol cayó, reluce. Literalmente. Es como un relámpago permanente y sin oscilación. Un flashazo que no afloja. Ya no está Virgin en frente.  Ni Tower, que creo que estuvo ahí también. No hay disquerías a la vista. Están más fuertes que nunca, en cambio, la juguetería  Toys R Us, las megatiendas de M&M y Disney… Los niños al poder.